Pues yo siento discrepar de todos.
En primer lugar pido disculpas por tardar en responder, pero...me había olvidado de este mensaje. A lo que vamos.
Hace muchos años tuve la suerte de poder repasar la política de Aristóteles en la edición trilingüe de García Yebra. Por supuesto pillé infinitos matices que no vas a pillar en ninguna traducción. Sin embargo la mayoría de las personas disfrutan, y entienden a Aristóteles con las traducciones de García Gual, que son muy buenas. ¿A qué viene esto? Pues muy sencillo. Un libro hay que disfrutarlo.
Asumo que mi nivel cultural no es alto, y asumo también que disfruto leyendo. Pertenezco a los últimos rescoldos de aquellas generaciones a las que sus padres obligaban a leer el Quijote desde pequeñitos, y nunca lo he disfrutado tanto como con el de Trapiello. Por supuesto que se pierden matices, nadie lo duda ni discute, pero disfruto de él.
Por otro lado no hemos de perder de vista que no son las meditaciones metafísicas. Es decir que, aunque en mi opinión inaugura el canon literario en el que hoy día nos manejamos, y es uno de las más importantes puntas de lanza de la modernidad, junto con gente como Bodino, el mismo Descartes, Locke, el inevitable Shakespeare, Milton...pese a ello, es una novela. Los matices que se pierden no son los mismos que se perderían con un tratado estrictamente "científico", por la sencilla razón de que el arte se refiere a la emoción, y no a la razón. Desde este punto de vista entiendo que es una idea positiva.
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