Un Guardia Civil salva la vida a un joven que se había metido una sobredosis
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Le retiró la jeringuilla que tenía clavada y le dio masajes en el pecho


Francisco Andujar acababa de llegar a su puesto de vigilancia de la Asamblea de Madrid. Eran cerca de las siete de la mañana y se acercó uno de los agentes de seguridad que prestan servicio en la puerta de la Cámara regional: “hay un hombre tendido en el suelo”.Andújar cruzó la acera y vio como Sergio, un hombre joven, estaba con los ojos en blanco, la mirada perdida, tirado en el suelo balbuceando. Nadie le hacía caso. Se acercó rápidamente y apreció que tenía una jeringuilla clavada en el brazo.

El agente Francisco Andujar aplicó las técnicas que le han enseñado en la Guardia Civil y retiró la jeringuilla del brazo a Sergio. Y comenzó a aplicarle masajes en el pecho porque comprobaba que estaba sin pulso y perdiendo la consciencia. Llamó al 112 que le envió una ambulancia del Samur.

Sergio, que tiene dos hijos, acababa de ser desalojado de su casa por un embargo, y había arruinado a sus padres que habían sido sus avalistas. Estaba desesperado y había optado por el suicidio con sobredosis.

Francisco Andujar logró sacarle de la situación de incosciencia a fuerza de darle conversación los masajes. Cuando llegaron los médicos del Samur le felicitaron por su trabajo. Personas que conocen el caso, que se produjo el pasado 31 de mayo y que se ha conocido ahora, afirman que el agente Andujar salvó la vida a Sergio.

“Lo único que hice fue ayudar a un ciudadano con lo que nos han enseñado en la Guardia Civil. Estamos para ayudar a las personas que están en apuros y Sergio estaba muy mal”, dijo a elmundo.es, orgulloso del cuerpo en el que trabaja, el agente Francisco Andujar.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/0...339088194.html