Mi más sincera enhorabuena, por restituir su honor y por la actuación en sí, ajustada a derecho y de sentido común. Esta Guardia Civil adolece de un mal endémico, que por desgracia aún conociéndo cuál es muchos componentes, existen los mecanismos creados de hace décadas para no poder luchar contra dicho mal. Mecanismos que hacen desistir a muchos, por lo aparatoso y costoso tanto en dinero como en tiempo y salud.

Ahora compañero que ha restituido en justicia su honor, haga lo que en derecho le corresponda para que las acciones, omisiones y resoluciones injustas de quienes deberían, entre otras cosas, ser justos con sus subordinados, no queden sin justo castigo si así lo mereciesen. Un saludo y enhorabuena nuevamente.