Las instituciones europeas se han equivocado en más de un tema. No es perfecta.
El paso dado por la mitad y un poco más de los del Reino Unido es la peor solución y desde luego lo pagaremos todos.
Siempre se debe cambiar y mejorar lo que hay, y estos han optado por dinamitarlo.
Creo que les ha podido el ego y el ombligo de su graciosa majestad.
Pasada la euforia de los vendedores la testaruda realidad será la que demuestre su error.
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