Cada uno puede tener el sentimiento que quiera, por eso son sentimientos. Pero cuando el sentimiento pasa a la esfera de querer impregnar toda la vida del individuo y a condicionar la vida de los demás, entonces estamos hablando de otra cosa. Por eso el nacionalismo habla de sentimientos como algo irreductible, dándole automáticamente categoría de hechos probados, ya que no pueden hacer valer sus tesis separatistas mediante el derecho o la historia. Además en España están protegidas todas las identidades, por eso no están prohibidos los partidos políticos de este corte, como pasa en la mayoría de países de nuestro entorno.