Claro que cada uno tiene su opinión y todas son respetables.
Personalmente sigo pensando que un Alcalde no tiene obligación alguna de acudir a un acto religioso ya que éste no deja de ser una celebración privada de una parte de la población sin que en ningún caso se le pueda atribuir ese carácter público que desgraciadamente en otro tiempo tenía y desde luego no creo que se pueda cercenar un Derecho Fundamental amparándose en que el actor ostenta un cargo público o electo.....
Existen numerosos ejemplos dentro de la Administración que confirman este razonamiento.
Marcadores