No hay descanso. Todos los días aparece alguna nueva “carmenada”. Esta vez a través de la señorita asaltacapillas, que es su portavoz.

El asunto va de una agresión por parte de unos pobrecitos negritos del África tropical a unos malvados y fascistoides policías municipales.

Estos pobres negritos, que estaban ganándose la vida honradamente vendiendo productos falsificados en la democrática vía pública , pero a precios populares para hacer competencia a los desalmados capitalistas que poseen tiendas en Madrid, fueron recriminados por dos malvados policías. En un momento determinado los negritos se sintieron ofendidos en sus derechos democráticos a ejercer su justo comercio y agredieron a los susodichos agentes municipales. El resultado, una nadería : unas gafas rotas y unos puntos de sutura. Podría haber sido al revés, las gafas y los puntos al inocente y angelical negrito del África tropical, y entonces el asunto cambiaría….para los inefables podemitas; pero no. En este caso la justicia divina quiso que el marrón fuese a parar para esos despreciables policías que se ganan el sueldo agrediendo y haciendo la vida imposible a los componentes de la patética legión.

Esta descripción podría ser la que funciona en la mente de la señorita de las bolas chinas, ya que, según ella, es mentira que se haya producido una agresión a los agentes municipales. Según la señorita que desea que las iglesias católicas sean quemadas como en el 36 , ha sido simplemente un forcejeo típico entre la policía y alguien que “no le sienta bien que le detengan”. ¿Qué el policía tenga que comprarse unas gafas nuevas? Eso no importa, para eso tiene su sueldo asegurado todos los meses, e incluso puede aprovechar el tirón y adquirírselas a otro colega del negrito a precio muy reducido. ¿Qué he podido lesionarse un ojo?....¡que “xagerada” es la derechona recalcitrante!

En fin. No entiendo lo que algunos ven de positivo en este tipo de entender la sociedad. Será que ellos son los “racionales” y el resto estamos abducidos por el ideario capitalistoide y enfermos con el veneno de la burguesía burguesa de Burgos.

Espero que los sindicatos no se centren en la inútil polémica de la importancia en proporcionar a los agentes de unas gafas blindadas con homologación UNE 2332 / 318.

Seguro qué mañana más.