Hoy no voy a meterme con “mi amiga” la señora Carmena, la que se dedica a recoger latas del suelo. Hasta cinco o seis dice que recoge todos los días en su camino a la alcaldía. Hoy quiero hablar de otro alcalde, el de Zaragoza, del que no recuerdo ahora el nombre ni me importa recordarlo. Se trata de otro elemento perteneciente a esa masa de españoles que deben ser más racionales que el resto y que suelen ver la botella medio llena o medio vacía según sople el aire ( del Moncayo en este caso), y si las circunstancias lo exigen no ven una botella, lo que ven es un botijo.

Según cuentan quienes lo han escuchado, este señor alcalde ha venido a decir que los militares deben ser militares pero no militaristas; y que la presencia de tanto militarote en Zaragoza , supone un gran peligro para la ciudadanía.

Sinceramente he releído la noticia varias veces y, tras no conseguir entenderla, me he metido debajo de la ducha pensando que estaba todavía bajo los efectos del sueño. Luego he vuelto a releerla…. Y tampoco he sido capaz de entender lo que este señor intenta transmitirnos. He llegado a la conclusión de que debo tener alguna tara intelectual y de comprensión que me impide razonar debidamente; ya que a este señor le avalan miles de votos, lo que significa, sino me equivoco, que miles de compatriotas piensan lo mismo que él, y ha llegado a ser todo un señor alcalde de una ciudad cómo Zaragoza, mientras que un servidor se ha quedado en un simple currito de la republica independiente de Carabanchel Alto / Madrid ( España).

No sé si ustedes vosotros alcanzan a entender racionalmente lo que este adalid de la sociedad quiere decirnos. Agradecería de corazón que alguien me lo explicase, ya que un servidor cada día se siente más tonto dentro de esta torre de Babel y manicomio multicultural que creo recordar se llama España.