La campaña contra "macho asesino" que se ha hecho por parte de los políticos y los medios, así como las detenciones sistemáticas fundamentadas únicamente en el testimonio de la víctima en los delitos menos graves y leves relacionados con la violencia contra la mujer y las ventajas sociales asociadas con la denuncia, hacen que sobre toda actuación que finalice con la expresión "de género" recaiga la sospecha de uso abusivo ​del sistema legal.