Por supuesto que se puede llamar, otra cosa es lo que se quiera contestar, aunque sea una mentira, como plantea Wanchope, para escurrir el bulto.

En cuanto a quien debería llamarse, pues no hay ninguna normativa en concreto que regule el orden de prelación. Yo particularmente llamaría a alguien que estuviese de singularizado o festivo, por no perjudicar un descanso semanal.