Paciencia es la clave. Pero lo que más duele ( por no escribir otro termino menos correcto) es que en pleno siglo XXI, en una nación en que ya todo el mundo tiene acceso a un cierto nivel de educación, en que la información llega a todos, en que se supone que estamos en el llamado “primer mundo” ( el supuestamente civilizado), cada vez se den más estos casos. Y también llama la atención ( de los sufridores), que en una nación con leyes para todo, este tipo de cosas estén dejadas de la mano de Dios.

Música a altas horas de la noche con un volumen idóneo para sordos. Perros sin educar y sin ningún tipo de control. Fiestorros en los que el vecindario no existe. Guarros de solemnidad que no serían aceptados ni en una cochiquera. Cara duras impresionantes que viven como los gusanos imitando a las tenias, etc.

Claro que si nos paramos a pensar, que hay gente que da una patada a una puerta, se mete en una vivienda que no es suya, y no hay manera legal de hacérselo pagar ( lo de pagar, ya lo pagamos el resto con nuestros impuestos, directos, indirectos y circunstanciales), pues como que rápidamente nos daremos cuenta que …aquí hay cosas que no funcionan con un mínimo de justicia y sentido común.

En fin; qué tengas suerte; porque seguramente alguno habrá que será capaz de calificarte como “tocapelotas”.