Je, je. Hay un dicho que dice: “Fíate tú de la Virgen y no corras”.
No es el asunto tan rimbombante ni es oro todo lo que reluce. Solo hay que mezclar una forma física aceptable, una fe absoluta en quien te dirige, un conocimiento total de los medios que ponen a tu alcance, un poco de espíritu de servicio, una buena dosis de compañerismo, y una pizca de buena suerte, para que las cosas vayan saliendo de forma aceptable. Aquél que falle en alguna de estos ingredientes lo lleva claro. Un turno se le puede hacer más largo que los famosos minutos del Bernabeu que decía Juanito: “molto longos”.
Gracias en nombre de aquellos héroes olvidados, señor Sorolla. El simple hecho de contestar ya es un homenaje más que suficiente.
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