Antes de las elecciones autonómicas, se adivinaba algo, pero después lo que se empieza a ver de cara a unas terceras elecciones es, otra bajada tremenda de la participación, el reagrupamiento del voto de la derecha hacia el PP que volvería a subir - con posible naufragio de C,s - y la pérdida de algunos territorios del PSOE en favor de Podemos.

Hasta aquí todo bien, pero si tenemos en cuenta desde 2015 el PSOE ha pasado de 110 diputados a 90 y luego a 85 (más luego los senadores que correspondan), si vuelve a caer, eso representaría una pérdida de más de 25 diputados y otros tantos senadores - los últimos de cada lista tenían que estar que muerden con Pedro Sánchez -, pero sobre todo de la pérdida de la quinta parte de los ingresos del partido. . . . y aquí nadie vive del aire.