Afortunadamente no todos son como tu ex. No conviene generalizar, como no conviene hacerlo afirmando (no digo que tú lo estés haciendo) que todos los hombres son unos mujeriegos que en cuanto dejamos embarazada a una mujer salimos huyendo con el rabo entre las piernas (o fuera de ellas, permíteme la licencia).
Desconozco cuál será tu destino, pero estoy seguro que con voluntad y (mucho) sacrificio, se puede llevar una compartida sin necesariamente recurrir a la reducción de jornada.
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