Menuda pandilla de cobardes, la palabra respetar al prójimo no entra en mentes tan huecas como la de estos bárbaros, que prevaliéndose de ir en un grupo, agreden sin pudor a los compañeros y a sus parejas, y todo por el mero hecho de que pertenezcamos a este Cuerpo; mi total solidaridad con los agredidos, y espero que sean identificados todos los agresores, y puestos a buen recaudo, cayéndoles desde luego todo el peso de la Ley.