Cuidado. Este es un tema muy serio. En la muerte por suicidio de una persona, el sacar conclusiones subjetivas y sin conocimiento de causa es muy peligroso. Culpar a las circunstancias laborales del suicidio de una persona es como mínimo arriesgado y poco serio. Claro que si se aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para “remover” supuestas conciencias , entonces se pueden “entender” algunas aseveraciones.

Nadie puede rebatir que el origen de este tipo de acciones está en el cerebro de cada individuo. Un conglomerado de supuestos problemas a los que no se encuentran soluciones racionales, y en los que inciden muy directamente el entorno, tanto directo como indirecto.

Está demostrado que cuando una sociedad no le da a sus miembros los recursos para establecer vínculos apropiados, los individuos más débiles pueden terminar suicidándose; y no hay que olvidar que es la sociedad la que determina y mediatiza el comportamiento de una persona.

Mucho cuidado con esto último porque es potencialmente muy peligroso para ciertos individuos. No demos “armas” a mentes que pudieran ser potencialmente suicidas.