El otro día pude escuchar una entrevista al Director en la que se le preguntaba por el tema.
Parece ser que es un regalo personal que le hizo un pintor (que además es guardia retirado) y que no tiene la más mínima intención de colocarlo en la sala donde se encuentran los retratos de los demás directores.
Por lo tanto, habrá que pensar que todo esto no es más que la expresión de un mejor o peor gusto a la hora de posar ante un retrato, pero que no va a trascender más allá de lo personal.
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