El verdadero problema de Marruecos es el Frente Polisario y Argelia. El petroleo que hay en zonas fronterizas con Argelia o en aguas limítrofes con Canarias y el Sahara ocupado, que la ONU no reconoce como marroquíes.
Ceuta y Melilla les importa en el fondo lo que a nosotros Gibraltar, cuestión de sentimientos, pero nunca nos embarcaríamos en una guerra por una roca.