Para mí es muy preocupante como colectivo, y me explico. Un grupo que es capaz de aguantar sin comer ni beber todo un día durante un tórrido mes de agosto por sus creencias religiosas, son capaces de cualquier sacrificio por esas mismas creencias. El día que digan de levantarse contra los infieles, las pasaremos canutas. Puede que ahora sean una minoría los fanáticos, pero cada día crecen más y más, hasta aparece recogido en la Estrategia Española de Seguridad como reto para la seguridad española en el futuro.
Marcadores