Hombre, pues eso de que el metro de Madrid es chachi, es una verdad como un templo. Otra cosa son algunos de sus usuarios que son un pelín “maleducaos” y otros un poco guarretes; aunque en general la gente se comporta y las churris son guapísimas.
Lo que más me jode del metro es que hay veces que se tiene que coger a alguno del cuello para que deje los asientos reservados a los abuelicos y a las señoras que están embarazadas.
Otra de las tontunas habituales, son esos que se sientan en el suelo. Ocupan una montonada y encima se llevan la ropa llena de la porquería que dejan los zapatos de miles de usuarios. Hay que ser tonto ¿Verdad?
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