EN EL RECUERDO

[maritaru]

DEP compañeros. Mis servicios dedicados a vosotros.

[maggaluna]

:salu: muy emotivo,la verdad que te pone los pelos de punta,por ellos hay que seguir luchando............ viva la guardia civil :spain:

Mi recuerdo y homenaje a D. Juan Manuel Piñuel Villalón, compañero y amigo, asesinado por los cobardes de ETA hace dos años en el atentado de Legutiano, mi mas sincero agradecimiento, va por ti compañero

[Robin]

Va por ellos , siempre estaran en nuestra memoria :salu:

[McClane]

Que descansen en paz y Dios los acoja en su gloria.
Viva la Guardia Civil!!!!

[yz2t]

Como ya hice hace dos años, en el aniversario de la primera muerte de un Guardia Civil de la que tuve pleno conocimiento , la de D. Antonio Molina Martín, el 17 de diciembre de 2002, en el Pk 38 de la A-6 Collado Villalba (Madrid), quiero volver a compartir con vosotros aquel relato que colgué en el Foro por esa época, y que algunos, si os habéis registrado hace poco, no conoceréis.
Me emocioné mucho al ir evocando como hubo de ser el suceso, y en general un trocito de mí se va cada vez que alguno de nuestros compañeros deja este mundo, por causa terrorista, o por otras del servicio. (Ya he vivido 2 atentados desde que estoy en el Cuerpo, aunque los dos sin víctimas mortales, afortunadamente, aunque si cuantiosos daños materiales).
Éste es mi recuerdo para el gran Antonio Molina Martín:


Tarde recién iniciada del 17 de diciembre de 2002.
La sierra madrileña, siempre impresionante, más en esas fechas, con los cerros y collados luciendo las primeras nevadas del año.
Se inicia una apacible tarde gris de invierno en cierto cuartel de la Guardia Civil de la sierra madrileña.
-“¿Sacamos el Almera o el Mégane? – pregunta un “andalú” con acento característico de cierta región de olivos….
-“Illo, sacamos el Almera, que está mejor y tiene mejor motor, ea; no se sabe lo que nos puede salir por estos lares”- le contesta otro andalú, pero de la Andalucía gemela , que es Melilla….
- “Pues si que se presenta bien la tarde, illo, si…¿cómo va lo tuyo para pasar a Melilla?- pregunta el jienense…
-“Eso está hecho tío, ya voy teniendo algo de antigüedad y ya va siendo horita de pisar mi casa”- le responde alegre, soñando con el futuro, el melillense…
-“Ea compadre, me alegro mucho, de veras…; ya harás una cenilla o algo de despedida cuando te vayas ¿no?”- demanda alegre el jienense…
-“Pues claro, pisha, eso está hecho. Bueno, vamos a dar una vuelta por las gasolineras de la A6, que siempre se están quejando los gasolineros, illo , y eso nos da mala imagen”- dice el melillense, siempre profesional, jefe de pareja, y atento a todo cuál lince despierto.
-“Ea”, -asiente, de acuerdo el jienense.
Por el camino que transcurre desde el cuartel hasta la entrada de la autovía, los dos alegres, muy locuaces, no paran de hablar de sus proyectos de futuro: que si casarse, que si ascender, que si el curso de esto, que si la especialidad de lo otro…; de repente, el melillense, polilla a la sazón, y que por haberse pasado en Madrid dos años (aparte de lo que lleva destinado), conoce la zona muy bien, observa algo que no le cuadra en un coche…
-“Mira illo, ¿pues no te parece que la matrícula de ese coche es, no sé, como muy antigua para el modelo de coche que es?”- pregunta, extrañado el melillense, señalando la matrícula de un Ford Escort que circula justo delante de ellos, azul, y matrícula de Málaga….
En aquel instante, le vienen a la cabeza muchos recuerdos, de cuando pasaba noches y días en aquella ciudad, ahora reflejada en aquella matrícula, que era casi como decir su casa, su tierra, al estar enfrente de su tierra querida, Melilla. Por un instante, deja volar su imaginación recordando la brisa marinera de aquella tierra, hasta que la respuesta de su compañero le hace volver en su realidad…
-“Pues no sé, tú sabrás illo, me suena un poco raro, pero no las tengo todas conmigo…”- duda el jienense.
-“ Que sí compare, que te digo yo que esa matrícula tiene que ser por lo menos de un 124, es más vieja que la orilla del río…” – afirma el melillense, seguro.
-“Ea, vamos a pararlos y salimos de dudas”- se afirma el melillense.
-“Como quieras, compadre, le pongo las luces y la sirena y que vaya parando en esa área de servicio”- el jienense, compañero y amigo, le respalda en la actuación.
-“ Venga que ya están parados… a ver que dice la central sobre la matrícula”- seguro de sí mismo , el melillense no duda ni un momento y pasa la matrícula, esgrimiendo la “pera” del portófono.
Pasan un par de minutos, se confirma que la matrícula no es de ése Ford Escort azul del ´97 que está delante de ellos, parado; como contradiciendo tercamente la palabra de los dos jóvenes guardias :
“ Pertenece a un coche ya dado de baja; tomen precauciones, repito, tomen precauciones”- resuena en el coche la voz enlatada de la radio.
-“Ea compare, ahí lo tienes”- exclama orgulloso el joven polilla.
-“Vamos a identificarlos a ver de donde se han sacado la matrícula estos dos…”-dice el polilla firme , seguro, abriendo la puerta del coche.
Se acercan ambos con precaución al coche, en ese instante sienten que el pulso se les acelera ligeramente…
Dentro del coche detenido, ni un solo gesto, solo dos cabezas que se ve que se mueven para hablar, pero sin más gestos…
El polilla, se acerca, se cuadra, saluda militarmente y se dirige al conductor del vehículo:
-“Buenas tardes caballeros… ¿me permiten la docu……?- pregunta, dejando de repente la pregunta a medias…; una pistola aparece por la ventanilla, esgrimida por uno de los ocupantes del coche, y apuntándole directamente al tronco.
-“¡Arma, armaaa!”- alerta al jienense, justo en el preciso instante en que logra zafarse un metro de la ventanilla del vehículo, momento en el cuál recibe dos traicioneros disparos, que siente entrar en su pierna y en su abdomen…
Su mundo se para, la realidad parece haberse detenido, su campo de visión se estrecha ligeramente, solo ve lo que tiene exactamente delante de él; se tiende en el suelo, se nota sin fuerzas, intenta reaccionar pero de repente, él, siempre fuerte y vigoroso se ve sin fuerzas más que para permanecer tendido mirando impotente la suerte que pueda correr su compañero de fatigas…
El jienense no ha perdido el tiempo; justo al ser alertado y oír el disparo, raudo como una bala, ha desenfundado su arma reglamentaria y comienza a realizar disparos hacia uno de los ocupantes, que le ha tomado como objetivo también a él, alcanzándole en uno de sus brazos. Continúa disparando hasta acabar el cargador, y le cuesta un triunfo volver a montar su arma con un solo brazo, pero viendo a su compañero tendido en el suelo, saca fuerzas de flaqueza y consigue mantener el tiroteo, hiriendo en el cuello a uno de los asaltantes.
Los dos ocupantes, acaban de descender del vehículo. Uno ha recibido una herida en el cuello, y permanece herido en las inmediaciones del lugar, no puede huir.
El otro, salta la mediana de la calzada y huye en un vehículo que secuestra a punta de pistola.
Atrás deja a un joven guardia civil herido mortalmente, y su compañero , que trata en vano de intentar perseguirle…

*******************************************

-“Pues tenemos que ir por el centro comercial de no se donde”- le dice su mujer a C, “que ya sabes que luego se pone todo lleno de gente en Navidad y no hay quien compre”.
-“ Como quieras, pero vamos a tardar un poco, ¿no ves que hay retención?, dita sea, que mala suerte - dice, al ver como está la A6, con circulación muy retenida; aunque lo dice algo extrañado al ser poco más de las tres de la tarde. Él conoce bien este lugar, pertenece a la Agrupación de Tráfico y pasa mucho por este lugar con la moto; se sabe cada uno de los recovecos de la autovía, cada curva, cada línea, las horas puntas… “ Aquí está pasando algo, hay un coche patrulla ahí, voy a bajar y les pregunto a los compañeros si saben alg…… ( se queda sin palabras al ver el espectáculo)…¡me cagon la leche, pero si están sangrando los dos guardias!
Inmediatamente desciende del vehículo, raudo, veloz, le duele en el alma casi tanto como a los dos guardias heridos, verles derramar la sangre que están derramando.
-“ ¿Qué ha pasado, quien os ha hecho esto?” – pregunta, alertado, y tratando de ayudarles…
-“ Han sido esos dos, uno está aquí, el otro se acaba de ir en un coche dirección Coruña”…- le responde un guardia con acento jienense, que apenas puede musitar palabras, del dolor que siente en el brazo.
C. los mira, busca con la visual donde puede estar el otro causante de éste atropello, y antes de que le dé tiempo a hacer nada, repara en el otro guardia, herido de muerte e inmovilizado junto al Ford Escort azul…., echa a correr hacia el coche patrulla y lanza un mensaje que resuena, despertando de su apacible tarde, rasgando el silencio, a toda la Comandancia de Madrid :-“ Urgente para Cota. Tiroteo en el kilómetro 38. Heridos”- su voz resuena firme, segura, demandando apoyo para sus compañeros.
Las patrullas más cercanas dejan inmediatamente todo cuanto están haciendo: esa denuncia del cinturón , esa discusión por una preferencia de paso…
Un compañero solicita ayuda urgentemente, y eso es algo sagrado: a un compañero no se le puede dejar solo en esos momentos.
Los coches patrullas comienzan a ulular sus sirenas, los pirulos azules se empiezan a ver a lo lejos, en el horizonte…
Mientras, C., decidido, observa sus manos; tan solo porta en ellas el paraguas que su mujer le ha dado instantes antes, cuando se bajaba del coche, para ver porqué había ese atasco…; no lo piensa un instante, se lanza hacia el tipo que permanece a unos metros de la patrulla y le dice “ queda usted detenido por un presunto delito de atentado contra la Autoridad, al haber usado presuntamente un arma de fuego contra Ella. A continuación le leo sus derechos……..”- firme, decidido, mientras reduce al tipo herido, sorprendiéndole y sin que le de tiempo a empuñar una vez más la pistola.
El polilla ve cada vez más oscuridad en sus ojos, su mirada se fija en una nube caprichosa que en aquel preciso momento está sobre él, inmóvil.
Su vida pasa lentamente sobre sus ojos; recuerda su infancia, su primera comunión, los días de reyes, sus cumpleaños, su alegría cuando entró en Valdemoro, su alegría cuando le cantaron el “Adiós Polilla” y comenzó a ser definitivamente lo que le encantaba, guardia civil….
Llega al justo y preciso instante en que se halla, y ante toda una vida llena de cariño y atención a los demás, solo puede esgrimir una última sonrisa, dedicada a todos aquellos a los que siempre ha apreciado, sus familiares, sus grandes amigos, y sus grandes compañeros….
Solo le da tiempo a ver como se acerca a lo lejos, aparte de los pirulos azules que tan bien conoce, pirulos amarillos , son los sanitarios, que ya llegan para auxiliarle…
Pero él tiene que ir a darle novedades a Dios, ha sido llamado a un nuevo destino y ha de partir…
Atrás deja un atentado terrorista evitado, por el cuál ha pagado con su vida, pero se siente satisfecho: ha salvado la vida de decenas, tal vez cientos de personas…; ese pensamiento le consuela en sus últimos momentos, y se acuerda de su familia.
No los verá más , pero siempre estará con ellos, como esa nube caprichosa que ve ahora, que sus ojos se cierran y le queda la sonrisa del deber cumplido en la cara…
Sin embargo, el gran polilla no ha acabado su servicio… poco después de darle novedades a Dios, pide permiso para cumplir su último cometido.
-“Verá Señor, ya sé que llevo aquí minutos, pero quiero hacer una cosa”…- pide el polilla, que se ve fuerte, seguro, en presencia del Señor…
-“ Lo que quieras, polilla, lo que quieras…. Te lo doy como regalo de bienvenida”- le responde el Todopoderoso, complaciente; sabe que tiene ante sí a una gran persona.
-“ Me gustaría terminar el trabajo que he empezado esta tarde”- le pide el polilla…
-“ Sea, polilla, sea… te lo mereces”- concede Dios.
Instantes después, Dios le deja contemplar lo que ha pedido: en una estación de autobuses, un chaval joven se baja de un autobús, nervioso pero disimulando, intenta estar tranquilo, no pasa nada, nada va con él…; antes de que pueda hacer un solo movimiento al bajar del autobús, una decena de personas le rodean, se identifican como policías, y le detienen por un presunto delito de atentado contra un agente de la autoridad.
El polilla sonríe, satisfecho; la pequeña nubecita que había, incrustada junto a los enormes nubarrones del cielo ya estrellado, nocturno, pesado por la lluvia, se evapora de esa estación de autobuses. Su cometido ha finalizado. Ya puede dar por finalizado su servicio sin novedad.

(Dedicado a los 3 compañeros que derrocharon valor, abnegación y valentía en aquella tarde del 17 de diciembre de 2002. En especial al Gran Molina Martín. Que grande serás siempre.) Homenaje por el 6º aniversario de tu mejor servicio. Jamás te olvidaremos.
P.D. Eres una de las causas por las cuales soy lo que soy.


Saludos a todos, cuidado ahí fuera, ante todo, Fuerza y Honor siempre.

[Othil]

No olvidemos nunca el sacrificio que hicieron, GRACIAS

[maritaru]

precioso el relato de los hechos. Descanse en paz.

[degrana519]

Soy practicamente de esa época y hoy yá en la reserva, fueron unos valientes que arriesgaron su vida por los demas,
y con un sueldo de miseria.-

Gracias y una oración por todos ellos ,.

[ROSARIO ALVAREZ SALAMANCA]

Que emotivo, aún recuerdo como si fuera hoy el día que asesinaron a Jose Antonio Pardines, que fuerte fue para mi y mis hermanos pues nuestro padre era guardia civil, con tantas como vinieron despues, estuve en Malpica de Bergantiños el pueblo de Jose Antonio y fui a visitar su tumba, que palabra tan horrible para un hombre tan jovén. ¡VALOR FIRMEZA Y TEMPLANZA¡