A los caídos
y en especial a Irene, primera guardia civil asesinada:

Como un susurro en el viento
así se fueron vuestras vidas
entre proyectos y sueños
sangre derramada
Vidas sacrificadas
En pro de que los demás
pudiésemos continuar el sendero

Solo le pido a Dios que nuestras vidas
Sean dignas de vuestro esfuerzo.

Viviréis en nosotros.