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  1. #1
    La metralla y algo más en El Español:

    http://www.elespanol.com/opinion/tri...097392_12.html

    Las 22 actuaciones que falsificaron el 11-M


    El autor analiza las incoherencias de la investigación del 11-M y reconstruye las anomalías que permitieron que se eliminasen pruebas cruciales

    El reciente atentado de Mánchester da pie para recordar, una vez más, las grandes dudas que envuelven la investigación del 11-M. Basta para ello con comparar la lógica forma de identificar el artefacto utilizado en Mánchester con la inexplicable investigación realizada el 11-M.

    Extracto del informe personal de Sánchez Manzano sobre la desactivación de la mochila de Vallecas, con descripción de su contenido.

    Pero no era fácil dar el cambiazo y evitar las comparaciones entre lo que quedó en los trenes y el contenido de la mochila. Para que eso fuera posible había que apartar cualquier dato que, procedente de los trenes, fuese contradictorio con un contenido de la mochila perfectamente detallado en solitario por el comisario Sánchez Manzano (1) tras la desactivación efectuada por sus artificieros Tedax: una bolsa de deportes de loneta color azul marino, 10.120 gramos de goma 2 ECO, 640 gramos de tornillos y clavos, un teléfono móvil Trium, una tarjeta Amena-Auna 32 K -número 652 282963-, cables de color rojo y azul, un detonador y un cargador Trium modelo MA0501. Y para eliminar todo lo que se opusiera en los trenes a esos elementos, tenían que ocurrir muchas cosas, tenían que ocurrir por lo menos las siguientes veintidós actuaciones:

    1.- Ante todo, que la mochila estuviese preparada para no estallar dejando, por ejemplo, un cable suelto, y poder así conservar todos sus componentes. Además, si para proceder a su desactivación los artificieros pedían la evacuación de alguna vivienda próxima por el peligro de rotura de cristales, el jefe de la operación, tras efectuar una llamada telefónica, podría afirmar que no era necesaria la evacuación, evitando así dar excesiva repercusión pública al asunto.

    2.- Que no existiesen o no apareciesen las obligatorias actas de recogida de muestras en los trenes, con enumeración de todas ellas y de los respectivos lugares en los que se recogieron.

    3.- Que no existiera o no apareciera el inventario de las muestras analizadas químicamente en el laboratorio Tedax, con descripción y fotografía de todas y cada una de ellas.

    4.- Que desaparecieran las muestras de tierra y de balasto tomadas en los cráteres producidos por las explosiones bajo los trenes, sin que quede constancia de si se analizaron o no, ni del resultado obtenido, en su caso, de esos análisis.


    Fragmento del informe del Comisario del CNP Jorge Zurita, responsable de las primeras intervenciones policiales en Téllez. Se llega incluso a “salvaguardar y proteger la zona” de la que se tomarán las muestras del cráter.

    5.- Que las muestras tomadas en los trenes fuesen lavadas con agua y acetona en el laboratorio Tedax, y que luego esos líquidos desaparecieran sin dejar rastro.

    6.- Que desaparecieran igualmente los algodones que los peritos Tedax impregnaron pasándolos por los focos de las explosiones.

    7.- Que no existiera o no apareciera el acta detallada de los análisis químicos efectuados en el laboratorio Tedax, y que se sustituyera por unos resultados ambiguos y genéricos.


    Resultados completos de los análisis de los explosivos de los trenes dados en el informe de la perito del laboratorio Tedax.

    8.- Que, tras los primeros análisis del laboratorio Tedax, no se enviaran las muestras, con su inventario y cadena de custodia, al mejor dotado laboratorio de la Policía Científica.

    9.- Que tras año y medio de realizar hasta cuatro periciales sobre la metralla de los trenes para las que sólo existía un clavo, cuando el juez pidiese expresamente su comparación pericial con la metralla procedente de la mochila de Vallecas, surgiese de la nada todo un surtido de clavos y tornillos atribuidos a los trenes, inexistentes hasta entonces y, naturalmente, muy coincidentes en sus dimensiones con los de Vallecas.


    Súbita aparición en diciembre de 2005 de 21 tornillos y 32 clavos inexistentes para las cuatro periciales sobre metralla realizadas anteriormente.

    10.- Que no se realizara o no apareciera su acta, y que el juez no ordenara su realización, una pericial que analizase la posible pertenencia a las bombas de elementos tales como los siguientes, recogidos todos ellos en la estación de El Pozo: Trozos de bolsa de tejido azul con cremallera, hebilla y fragmentos de plástico, restos de cilindro metálico y circuito electrónico, pila de petaca bobina eléctrica y piezas metálicas, fragmentos de lo que parece un teléfono móvil, cargador y batería de 3,6 V.

    11.- Que no se analizara ninguna muestra de las ropas de las víctimas, incumpliendo así la Recomendación (99) 3 del Consejo de Ministros de la UE, de 2 de febrero de 1999, para la armonización metodológica de las autopsias médico-legales, adoptada por el gobierno de España, que dice para estos casos que deben conservarse muestras de tejidos, de la ropa, etc., para su análisis químico, con el fin de identificar el tipo de explosivo.

    12.- Que si el tribunal juzgador ordenaba realizar en el laboratorio de la Policía Científica una pericial química sobre las trazas de explosivo presentes en las muestras de los trenes, no existiese o no apareciese el acta de entrega de esas muestras al laboratorio de la Policía Científica, ignorándose quién, cuándo y cómo hizo esa entrega.

    13.- Que las muestras llegaran a ese laboratorio sin cadena de custodia, como lo prueban los escritos de varios de los peritos actuantes y las transformaciones sufridas por varias de ellas entre la última pericial de metralla (2) y la de explosivos.


    Textos incluidos en el acta por varios peritos intervinientes en la pericial de explosivos realizada por orden del Tribunal en mayo de 2007, con referencias a la carencia de cadena de custodia de las muestras.

    14.- Que en la noche siguiente a la aparición de un componente incompatible con la goma 2 ECO en la pericial de explosivos, las cámaras colocadas por el tribunal en el laboratorio dejasen de grabar, bien fuese por un oportuno apagón o bien por un oportuno obstáculo colocado ante ellas, y que a la mañana siguiente se detectaran múltiples e inexplicables “contaminaciones” en las muestras.

    15.- Que si alguna instancia policial, por ejemplo, la brigada provincial Tedax de Madrid, pedía la conservación de los trenes para investigarlos durante el tiempo necesario, no se atendiera esa petición.


    Transformación de la única muestra de metralla analizada procedente del tren de Santa Eugenia. A la izquierda la muestra en la pericial de diciembre de 2005 en el laboratorio Tedax. A la derecha, la misma muestra, tras pasar por el juzgado, tal y como aparece en la pericial de mayo de 2007 en el laboratorio de la Policía Científica. ¿Qué tipo de cadena de custodia hubo?

    16.- Que los trenes fuesen desguazados y desaparecieran rápidamente, antes de que la Policía Científica pudiera investigarlos a fondo.

    17.- Que si un tren se salvaba del desguace y la zona próxima a su foco de explosión se conservaba misteriosamente, esa circunstancia permaneciese oculta para las partes y fuese totalmente ignorada tanto en la instrucción como en el juicio oral, y que si esos restos eran visitados por peritos policiales durante la redacción de un informe pericial sobre las explosiones, ordenado por el juez instructor, esos peritos no dieran cuenta de su existencia ni de su visita en su pericial, e ignorasen en sus conclusiones importantes datos siempre ocultos de esa explosión (3).

    18.- Que a pesar de que la Fiscalía escribiese más tarde (4) que esos restos conservados tan sigilosamente eran objetos de pruebas y que se habían adoptado medidas para la conservación de dichos restos, ante la eventualidad de posibles análisis posteriores. Y que todo ello se llevó a cabo con pleno conocimiento de los órganos judiciales de la instrucción de la causa y del enjuiciamiento, que fueron informados en su momento, y a pesar de tratarse del único foco de los trenes conservado en su integridad, no se conozca ningún análisis posterior realizado con ellos, y que ni siquiera se mencione su existencia en toda la instrucción ni en el juicio.


    Nota de prensa de la Fiscalía de Madrid. Los restos que en ella se citan, tan importantes para la Fiscalía en 2012, jamás fueron ni siquiera mencionados en la instrucción, ni en el juicio ni en la sentencia del 11-M. Pertenecían al tren de Santa Eugenia.

    19.- Que la destrucción de los trenes se llevase a cabo sin ninguna autorización u orden conocida para realizarla, sin que ello promoviese ninguna iniciativa judicial o policial para investigar cómo pudo ocurrir tal ilegalidad.

    20.- Que esa destrucción de los trenes se produjera sin que judicialmente existiera ni siquiera un reportaje fotográfico detallado que permitiese realizar una adecuada pericial sobre lo allí ocurrido, de forma que cuando peritos de la Policía y de la Guardia Civil realizasen una pericial de las explosiones, por orden del juez instructor, hubiera que recurrir a fotografías tomadas por bomberos, ferroviarios y policías municipales.


    El juez Del Olmo entrega a los peritos de Policía y Guardia Civil, encargados de realizar el informe conjunto sobre las explosiones de los trenes, fotos realizadas por Policía Municipal, Renfe y Bomberos, fotos que luego fueron utilizadas en su informe pericial.

    21.- Que cuando el juez plantease la posibilidad de reconstruir las explosiones en los trenes, el comisario Sánchez Manzano se adelantase a la opinión de los expertos rechazando esa posibilidad, pues tal reproducción no aportaría datos objetivos.

    22.- Que los peritos artificieros se adhiriesen fielmente después a la opinión de su jefe y también ellos rechazasen la oportunidad de reproducir las explosiones de los trenes.


    El Ayuntamiento de Madrid trata el robo de los restos del 11-M en el taller de la empresa Tafesa.

    Todo eso tenía que ocurrir y todo eso ocurrió, y obsérvese la estrecha relación de casi todo ello con Sánchez Manzano, comisario jefe de los Tedax. Y la concurrencia de esas veintidós anómalas actuaciones no pudo ser casual, pues el incumplimiento de una sola de ellas podía haber puesto patas arriba toda la verdad oficial del 11-M. Tenía que haber un objetivo, una dirección que promoviera y controlara todo ello, y es fácil suponer qué es lo que se buscaba. Pero la sola existencia de este entramado permite asegurar que las bombas de los trenes nada tenían que ver con la mochila de Vallecas, en caso contrario, en vez de esas inexplicables actuaciones lo que habríamos tenido sería toda una serie de coincidencias entre la mochila y las bombas.


    Uno de los precintos de la Guardia Civil colocados por orden del Fiscal General del Estado en el recinto que guardaba los restos del foco de explosión del tren de Santa Eugenia (foto del autor).

    Gracias a todo ello, el Tribunal pudo dictar una sentencia basada en la autenticidad y en la composición de la mochila de Vallecas, cuya falsedad echaría por tierra toda la argumentación judicial y, con ella, la propia sentencia. Y cuando el 17 de julio de 2008 el Tribunal Supremo dictó la sentencia definitiva, parecía que los protagonistas de la eliminación de las pruebas de los trenes habían logrado definitivamente su objetivo.

    Sin embargo, surgió algo sorprendente, algo imprevisible para los que consideraban cerrado y bien atado el caso. Un año después del carpetazo decretado por el Supremo, en julio de 2009, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, a través de su abogado José María de Pablo, presentó una querella contra el comisario Sánchez Manzano y la perito de su laboratorio químico, por los delitos de omisión del deber de perseguir delitos, encubrimiento por ocultación de pruebas y falso testimonio. Y la querella fue admitida a trámite por e Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, que dirigía Coro Cillán. Se abría así una inesperada esperanza de que por fin la verdad saliera a la luz.

    Y la juez Coro Cillán luchando contra los numerosos obstáculos que se iba encontrando en el camino, eludiendo durante dos años y medio las fuertes presiones que recibía, y rechazando las sucesivas peticiones de sobreseimiento, mantuvo la investigación abierta con el apoyo del fiscal. Durante ese tiempo declararon ante Coro Cillán numerosos e importantes testigos policiales, ferroviarios, y otros que no lo habían hecho en el juicio del 11-M. Muchas de esas declaraciones aportaban importantes nuevos datos a lo ocurrido con los trenes y con la toma de muestras en ellos (5).


    El recinto que guardaba los restos de Santa Eugenia destruido y saqueado el 22 de octubre de 2013 (foto del autor).

    Pero se estaba yendo demasiado lejos. Había que pararlo como fuera. Hubo un primer archivo de la causa decretado el 7 febrero de 2012, en el que se alegaba un absurdo e inexistente caso de “cosa juzgada”, archivo que se produjo precisamente el día siguiente al de la declaración ante Coro Cillán del que era presidente de Renfe el 11-M, Miguel Corsini, y coincidiendo en el tiempo con la aparición de los antes mencionados restos de uno de los focos de explosión de los trenes. Ya en octubre de 2013, esos restos, sigilosamente conservados y precintados por la Guardia Civil por orden de la Fiscalía, vieron violentados sus precintos, destruido el recinto que los guardaba y fueron finalmente robados en presencia y con ayuda policial (6), al tiempo que la juez Coro Cillán, que estaba suspendida cautelarmente, era inhabilitada por prevaricación por un asunto ajeno al 11-M.

    Hubo nuevos intentos de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M de reapertura de la causa, pero todo fue en vano, el 19 de abril 2016, la Audiencia Provincial archivó definitivamente la querella, entretanto, la juez Coro Cillán había sido expulsada de la judicatura y su vida había quedado destrozada.


    El 23 de octubre de 2013, un vehículo policial ante la puerta de entrada del taller en el que se estaba consumando el robo de los últimos restos de un tren del 11-M (foto del autor).

    Y así se perdió, por ahora, la esperanza de ver por fin dirigida la investigación del 11-M a los trenes y a lo ocurrido con ellos y con lo de ellos extraído, y no a una mochila fantasma, que nadie vio en los trenes y que es incompatible con diversas actuaciones sumariales y con varias de las importantes declaraciones prestadas bajo juramento ante la juez Coro Cillán, las cuales han quedado archivadas y escondidas, que nadie se atreva a invocarlas. Para la justicia española esas declaraciones no han existido.

    *** Carlos Sánchez de Roda es ingeniero y autor del libro 'Los trenes del 11-M' (Última línea, 2015), donde expone cómo la precipitación en el desguace de los vagones provocó grandes lagunas e incluso errores judiciales que podrían haberse evitado.

    1. El Comisario Sánchez Manzano suscribió en solitario la nota informativa emitida tras la desactivación de la mochila de Vallecas. No se ha dado a conocer el acta que debieron suscribir los artificieros, cuyas identidades ni siquiera aparecen en la nota de Sánchez Manzano.

    2. La última pericial sobre metralla se realizó el 14 de febrero de 2006, y la de explosivos del juicio finalizó el 15 de mayo de 2007.

    3. El tren de Santa Eugenia no fue desguazado, sino reparado, y sus restos conservados sigilosamente durante 9 años.

    4. Nota de prensa de la Fiscalía de Madrid de 6 de junio de 2012, tras la publicación en el periódico Libertad Digital de la existencia de esos restos hasta entonces desconocidos para todo el procedimiento judicial.

    5. Algunas de esas declaraciones se comentan aquí.

    6. La Policía Nacional, junto a personal de Adif, vigiló la entrada al taller en el que se realizaba el expolio. La Policía Municipal colaboró en la salida de camiones del recinto, como lo prueba al Diario de Sesiones del Ayuntamiento.
    Última edición por quimper; 27/06/2017 a las 13:04

  2. #2

    Imagen de los atentados del 11 de marzo. Europa Press

    Notas del artículo inicial de este hilo:

    NOTAS
    1.-Declaración del agente TP54868 en la sesión del juicio oral del 19-03-2007.
    2.-Declaración del testigo protegido TP 17054, Policía Científica, realizada el 03-05-2007.
    3.-El 27 de abril el juez Del Olmo pidió a Tedax y Policía Científica que le remitiesen un informe sobre "todos los vestigios, elementos y sustancias encontrados en varios lugares relacionados con el atentado … y se proceda a establecer una similitud entre las sustancias, efectos, cables, detonadores, ... encontrados". Entre esos lugares se cita la mochila de Vallecas, pero asombrosamente no se cita el lugar principal: los trenes.
    4.-Informe de10 de junio de 2004. Folios 16.943 a 16.947 del sumario.
    5.-La foto va acompañada de otras tres de otros artefactos utilizados por grupos terroristas contra Israel. Esa misma foto fue utilizada en el informe conjunto Policía-Guardia Civil de 24 de junio de 2005.
    6.-Folios 17.027 a 17.062 del sumario.
    7.-Folio 451 de la pieza separada de Leganés.
    8.-Folio 812 de la pieza separada de Leganés.
    9.-Folios 1.081 a 1.118 de la pieza separada de Leganés.
    10.-Las primeras muestras recogidas y analizadas terminaron en la basura del juzgado (folio 44.002 del sumario), por lo que el juez ordenó hacer una segunda recogida de muestras en la mina, las cuales fueron también peritadas.
    11.-Tornillos recogidos en la empresa en la que trabajaban dos supuestos implicados en el 11-M, folios 4.258 a 4.263 del sumario.
    12.-Periciales de 26 de julio de 2004 (folios 22.087 a 22.098), 2 de agosto de 2004 (folios 22.079 a 22.084) y 6 de mayo de 2005 (folios 49.375 a 49.394).
    13.-Folio 18.012 del sumario.
    14.-Folios 53.826 a 53.828.
    15.-Folio 67.257.
    16.-Folios 69.217 a 69.234.
    17.-La expresión “diferentes escenarios de los atentados” es la utilizada en periciales anteriores para referirse, entre otros lugares, a las minas asturianas y, en concreto, a Mina Conchita.
    18.-Folios 73.209 a 73.232
    19.-Cada informe lo realizan 2 peritos. El perito 27.390 es autor de ambos informes contradictorios.
    20.-Los anteriores informes de la metralla de Mina Conchita fueron firmados por peritos distintos de los de febrero de 2006.
    21.-Las primeras muestras recogidas en las minas asturianas terminaron en la basura del juzgado (folio 44.002 del sumario).
    22.-Folio 18 del informe pericial.
    23.-Folio 183 del informe pericial.
    24.-Especial de El Mundo en el 10º aniversario, marzo de 2014. Artículo: “Lo que contaron los Tedax del 11-M”.
    25.-En el juicio y en la instrucción de la querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra Sánchez Manzano.
    26.-Pericial metralla. Fecha de la declaración: 28-05-2007. Orden en la sesión: 06.
    27.-Folio 80.186.
    28.-Folios 92.093 y siguientes.
    29.-Sólo consta una copia del acta de entrega del almacén Tedax al Juzgado de 29 de marzo de 2006. No se sabe quién ni cuándo hace la entrega a la Policía Científica.
    30.-Así se dice en el folio 1 del informe de la pericial.
    31.-Folios 69.224 a 69.232 del sumario.
    32.-Folios 39 a 48 del acta de la pericial de explosivos.
    33.-Folio 69.232 del sumario.
    34.-Folio 48 del acta de la pericial de explosivos.
    35.-Declaración de Carmen Baladía, el 28 de octubre de 2011, en la instrucción de la querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra Sánchez Manzano, ante la juez instructora del caso. Según información del 23 de enero de 2008 aparecida en Libertad Digital y El Mundo.

    2ª parte del artículo inicial de este hilo


    La metralla fantasma de los atentados del 11-M (II)

    El autor detalla las contradicciones relacionadas con los clavos que, según los Tedax, utilizaron los terroristas de los trenes. En las autopsias no se halló metralla.

    Carlos Sánchez de Roda
    23 marzo, 2017 02:04


    En mi anterior artículo sobre la metralla del 11-M, expuse las inexplicables apariciones, desapariciones y transformaciones que sufrieron las muestras de metralla del 11-M a lo largo de las distintas periciales efectuadas por peritos Tedax. En este nuevo trabajo, voy a tratar de suplir la falta de explicaciones a tanto despropósito por parte de los intervinientes en esas periciales.


    En la mochila de Vallecas se introduce una metralla inexistente en los trenes


    Recordemos: un día después del atentado, el 12 de marzo, el comisario Sánchez Manzano afirma que en la mochila de Vallecas se han encontrado 640 gramos de tornillos y clavos introducidos como metralla (1).

    La directora del Instituto Anatómico Forense declaró que "en ninguno de los cuerpos había tuercas, ni clavos"
    Los fabricantes de esa mochila habían intentado, sin duda, hacerla pasar como uno más de los artefactos colocados en los trenes, por lo que quedarían sorprendidos y arrepentidos de esa colocación cuando supieron que los peritos Tedax [Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos] sólo disponían de un clavo como metralla procedente de los trenes, lo cual se confirmaría más tarde cuando, efectivamente, se utilizaba un solo clavo en las periciales específicas sobre metralla. Y recordemos también que la doctora Baladía, como directora del Instituto Anatómico Forense, coordinó y supervisó las autopsias de las víctimas, declaró judicialmente que "en ninguno de los cuerpos había ni tuercas, ni clavos, ni tornillos"(2).


    Se manipula la pericia y se esconde la realidad de la metralla

    Se planteaba pues una difícil tarea. No podía haber vuelta atrás. El mismo día 12 Sánchez Manzano había afirmado la existencia de metralla en la mochila. No podía desdecirse. Para hacer creíble la autenticidad de la mochila de Vallecas sería imprescindible forzar la situación, como fuera, para conseguir que la metralla que contenía no pareciese incompatible con la recogida en los trenes.

    La primera ocasión para intervenir se presentaría tras el desescombro de la casa de Leganés, en el que aparece una caja de clavos (3) que la Policía Científica entrega a los Tedax para su estudio. Por tres veces (4) hubo de dirigirse la juez del juzgado nº 3 al comisario jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, para que le remitiese un informe sobre “el material explosivo y detonadores” encontrados en el piso de Leganés. Al parecer la redacción del informe resultaba muy laboriosa. Finalmente, el informe sale con fecha 28 de junio (5).


    Manipulación en la definición de la metralla analizada

    Aunque la juez no se había referido a los clavos, sino al "material explosivo y detonadores" recogidos en el piso de Leganés, y aunque esos clavos no eran ni de los trenes ni de Vallecas, los Tedax no dejarían pasar la ocasión de hacer una primera comparación forzada, que nadie les pedía, de la metralla de esos lugares, y compararon los clavos iguales de Leganés con los de los trenes y Vallecas. Para conseguir una equiparación creíble entre conjuntos tan dispares, como eran un solo clavo procedente de los trenes y 640 gramos de clavos y tornillos procedentes de Vallecas, era necesario presentarlos de una forma especial, Para comprobarlo, basta con analizar el documento con el que se presentaron todos ellos en el acta de la pericial (6), y detenerse en la forma de definir los diferentes clavos.
    La única explicación para las contradicciones de la investigación es que no había más metralla que la de Téllez
    Los clavos de los trenes, se presentan así:

    “De los clavos recogidos tras la explosión en el tren de cercanías ubicado en la calle Téllez, no se pueden concretar sus dimensiones ya que los mismos se encuentran deteriorados por efecto de la explosión”.

    ¿Por qué se comparan sólo los de Téllez? Si la mochila procede de El Pozo, ¿por qué no comparar además al menos con los de El Pozo? Y si se buscaban similitudes con la metralla de los trenes en general, ¿por qué no se cita la de todos los trenes?

    La única explicación lógica es que no había más metralla que la de Téllez. Y se dice además que "no se pueden concretar sus dimensiones", cuando al menos el fotografiado habría sido muy fácil medirlo. ¿No será que sólo había uno y que con esa expresión de "no se pueden concretar sus dimensiones" se evita ponerlo de manifiesto?

    Los clavos de la mochila de Vallecas, se presentan así:

    “Los recuperados en la desactivación de la mochila bomba de la estación de El Pozo, tienen unas dimensiones de 60,23 mm de longitud, 2,80 mm de diámetro central y 5,40 mm de diámetro de cabeza”.
    ¿Por qué considerar toda la metralla igual cuando Sánchez Manzano dijo sobre la mochila había una metralla variada?
    Es decir, se empieza por identificarlos como pertenecientes a una bomba de la estación de El Pozo, cuando sabemos que su origen es la comisaría de Vallecas. Y la forma de dar sus medidas -"tienen unas dimensiones"- no tiene más explicación que considerarlos todos iguales.

    Y eso ¿por qué? ¿Por qué considerarlos todos iguales cuando el mismo Sánchez Manzano había elaborado 18 días antes un informe sobre la mochila (7) que incluía una foto de una metralla abundante y variada?

    Pericial de 28 de junio de 2004 sobre los clavos de Leganés:

    Se realiza la correspondiente comparativa entre los clavos recuperados tras la explosión ocurrida en la calle Carmen Martín Gaite de la localidad de Leganés, los obtenidos de la mochila bomba hallada en la estación de Renfe de El Pozo, desactivada con posterioridad, y los recogidos tras la explosión de los artefactos en el tren de cercanías en la calle Téllez de Madrid.

    Los clavos recuperados en la calle Carmen Martín Gaite de Leganés tienen unas dimensiones de 69,3 mm de longitud, 3,08 mm de diámetro central y 6,32 mm de diámetro de cabeza.

    Los recuperados en la desactivación de la mochila bomba de la estación de El Pozo, tienen unas dimensiones de 60,23 mm de longitud, 2,80 mm de diámetro central y 5,40 mm de diámetro de cabeza.

    De los clavos recogidos tras la explosión en el tren de cercanías ubicado en la calle Téllez, no se pueden concretar sus dimensiones ya que los mismos se encuentran deteriorados por efectos de la explosión.

    Foto de la metralla de Vallecas incluida en el informe de Sánchez Manzano de 10 de junio de 2004.


    Y claro, cualquiera que lea ese texto sin detenerse a analizarlo saca la impresión de que, efectivamente, la metralla de Vallecas era comparable en cantidad y calidad con la de los trenes, cuando la realidad era muy distinta.


    La manipulación se mantiene en otras tres periciales

    De esta manera se establece un absurdo modo de proceder en la comparación de las metrallas, cuya única motivación parece ser que es el esconder una realidad que no puede salir a la luz. Un modo de proceder que marcó una pauta para las siguientes periciales. Ya no había manera de dar marcha atrás. Como vimos en el anterior artículo, esos dos clavos son los sistemáticamente utilizados en las posteriores periciales sobre metralla, los resultados son siempre negativos y no se busca más, como si no hubiera más.
    Al pedir el juez la comparación, el misterioso clavo de Téllez se convierte de pronto en 21 tornillos y 33 clavos
    Surge la metralla en el momento oportuno

    Hasta llegar a diciembre de 2005, cuando por primera vez el juez pide expresamente la comparación del contenido de la mochila de Vallecas con lo recogido en los focos de los trenes, y el misterioso clavo de Téllez se convierte de pronto en 21 tornillos y 33 clavos aparecidos en casi todos los focos. ¿Dónde estaban esos clavos y tornillos antes de diciembre de 2005? ¿Habían estado realmente en los trenes?
    Metralla súbitamente aparecida en diciembre de 2005 desconocida para las cuatro anteriores periciales sobre metralla, en las que sólo se analizó un clavo recogido en Téllez.


    Todos esos nuevos clavos y tornillos quedaron guardados en bolsas exclusivas para metralla, con indicación casi siempre del foco concreto, cosa que no ocurría con el resto de las muestras de los trenes, mientras que en una bolsa muy especial, la nº 14, quedaron el clavo de Téllez, un clavo y un tornillo de Vallecas y un sorprendente tornillo recogido en la empresa Muñoz Tabiques Interiores S.A.

    NOTAS

    1.
    Folio 850 del sumario.

    2. Declaración de Carmen Baladía, el 28 de octubre de 2011, en la instrucción de la querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra Sánchez Manzano, ante la juez instructora del caso. Según información del 23 de enero de 2008 aparecida en Libertad Digital y El Mundo.

    3.Muestra n°69.- Caja de cartón con clavos 17/70 de cabeza plana. Entregada a TEDAX” Folio 451 de la pieza separada de Leganés.

    4. La juez y el Secretario Judicial se dirigieron a Sánchez Manzano los días 21 de mayo de 2004 (folio 812 de la pieza de Leganés), 9 de junio (folio 999) y 17 de junio (folios 1029 y 1030).

    5. El capítulo del informe relativo a los clavos se encuentra en el folio 1115 de la pieza separada de Leganés.

    6. Folio 1115 de la pieza separada de Leganés.

    7. Informe personal de Sánchez Manzano sobre la mochila de Vallecas, de 10 de junio de 2004.

    *** Carlos Sánchez de Roda es ingeniero y autor del libro 'Los trenes del 11-M' (Última línea, 2015), donde expone cómo la precipitación en el desguace de los vagones provocó grandes lagunas e incluso errores judiciales que podrían haberse evitado.
    Última edición por quimper; 13/07/2017 a las 06:16

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