La nueva machada del TC

Los magistrados progre del Constitucional fallan contra España

Lo del Tribunal Constitucional no tiene un pase. Primero legaliza como partido a Bildu, amiguetes todos de ETA. Y ahora, hace lo mismo con Sortu, menospreciando sin más las investigaciones de la Guardia Civil, que advierten, con pruebas fehacientes, que este partido es una franquicia directa de ETA. Y por otro lado, infravalorando la sentencia de la Fiscalía y Abogacía del Estado, y el Tribunal Supremo.

Pues a pesar que todo y todos parece evidenciar que este partido es ETA, se reúne el grupito de magistrados progre, todavía dirigidos por la maquina conspirativa de Rubalcaba, y legaliza a esta banda y los infiltra en nuestra democracia.

¿En que país sensato y demócrata de verdad se le procura poder político y económico (vamos a subvencionar y pagar las armas y bombas con las que nos matarán) a unos asesinos que no creen en España ni en su sistema democrático?

¿Para que sirve el Tribunal Supremo, formado por ilustres letrados de la carrera judicial, cuando un grupo de simples licenciados en derecho, cuya voluntad esta subordinada a la anuencia del partido que les sustenta, tiene mayor poder de decisión, hasta el punto de anular una sentencia firme del Supremo?

Aquí sobra uno de los dos tribunales. Y, si como se creé y se asegura, la justicia debe ser independiente, está de más el Tribunal Constitucional por razones obvias ya apuntadas con anterioridad.

¿En que país sensato y demócrata de verdad se le procura poder político y económico a unos asesinos que no creen en España?

Sea como fuere, el mal ya está hecho. Y un partido formado por gente indeseable y antiespaña, pueden llegar a ocupar puestos de responsabilidad dentro de la estructura política y social del estado español, con las consecuencias que esto conlleva.

Y todo este desaguisado se lo debemos, a los señores Pascual Sala, Elisa Pérez Vera, Eugeni Gai, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa. Estos son los que han puesto a la zorra a cuidar el gallinero.

No olviden estos nombres y téngalos presentes cuando estos grupos terroristas, desde la posición privilegiada que les ha otorgado el Tribunal Constitucional, comiencen con la división y el desguace de España.

Llegada esa situación (ojala no suceda nunca) será a estos desahogados a los que debemos pedir responsabilidades por acoger, dar cobijo y sufragar con nuestra hacienda, a individuos indeseables.

Pero para que estos casos no se repitan lo mejor es hacer desaparecer este vano tribunal.

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