Muchos dirán, no les harán nada, bueno, en realidad en éste caso existe una prueba consistente, al consistir dicha prueba en un documento. No es lógico pensar que una persona, sin ningún tipo de amonestación, pueda tener un ipeguci suspenso, y que dicho documento tenga validez. Principalmente porque el mando tiene la obligación de dar cuenta de hechos contrarios a la ética profesional, en caso contrario, sería el propio mando el que podría estar cometiendo algo impropio de la disciplina militar.