El de los incendios forestales no es tanto un problema de medios y de presupuesto como de mentalidad.

Me crié en un pueblo con una importante masa forestal, tanto en extensión como en valor ecológico. Ese monte era continuamente cuidado por obreros contratados por el ICONA (de esto hace ya algunos años) con actuaciones tales como limpia y entresaca de árboles, desbrozo de matorral, saneado de cortafuegos y quema controlada, controladísima de todo ese material extraído, el resultado era un monte limpio, en el que los conatos de incendios se controlaban con facilidad, incluso por los vecinos del pueblo sin más ayuda externa.
Con el advenimiento de las Comounidades Autónomas y el traspaso de la gestión del medio ambiente a éstas cambia radicalmente la política, lo que antes era limpieza ahora se torna simple vigilancia, lo que antes era mantenimiento de cortafuegos ahora es dejar crecer el matorral en ellos por miedo a las quejas de los ecologistas. Las consecuencias de todos estos despropósitos fueron las que estos días hemos visto en Valencia: el monte arrasado, los políticos ausentes y muuuuchas promesas de recuperación que se quedaron en una apresurada retirada de la madera calcinada y una supuesta replantación ¡¡¡mediante semillas arrojadas en avión!!! operación en la que se gastaron sus buenos dineros y que se demostró completamente inútil porque el mismo monte tiene capacidad de recuperación ya que las piñas de los pinos al arder estallan y diseminan las semillas, ni que decir tiene que otras especies como la encina, el quejigo, la coscoja y otras pueden volver a brotar. Eso es lo que ha pasado, y ahora, tras quince años, el monte tiene un aspecto todavía más amenazante que antes de ser incendiado porque no se ha llevado a cabo ni una sola labor de limpieza sobre el mismo. Si ahora se incendiara no habría brigadistas suficientes ni medios aéreos capaces de sofocarlo hasta su total combustión.

Buscar otras excusas y otros culpables es marear la perdiz e intentar sacar réditos políticos en una desgracia que trae como causa que se gestionen estas cosas con criterios políticos y no medioambientales. Es lo que tiene que seamos gobernados por políticos inútiles en vez de por técnicos competentes.