No nos debe de extrañar a ninguno, y admitiendo de antemano lo peligroso y sintomático que puede ser el decir semejante cosa. Eso de “acostumbrarse” y quedarse “anestesiado” ante determinadas actitudes y hechos es una bomba de efecto retardado.

Lo curioso del caso viene con la hipocresía que tratan “nuestros libertadores” estos temas. Resulta que una de sus frases preferidas y que además utilizan como muleta cuando les interesa comer el tarro al resto de los mortales, es eso de “prohibido prohibir”….que suena de **** madre y lleva implícito la admisión de que todos somos suficientemente inteligentes como para discernir correctamente lo absurdo de lo correcto y lo positivo de lo negativo. Pero cuando el aire sopla de poniente, de lo dicho nada y, para reconducir al personal en su metedura de pata, no se cortan ni un pelo y lo prohíben.

Ante todo coherencia .