El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) y los Bomberos de Sevilla están teniendo muchas dificultades en la búsqueda del agente de la benemérita desaparecido el pasado sábado arrastrado por la corriente del arroyo Galapagar cuando participaba en las labores de rescate de los ocupantes de un vehículo. El principal escollo para estos cuerpos de rescate son las fuertes corrientes del arroyo.
«Bucear con la corriente es muy peligroso porque no ves lo que puede golpearte bajo el agua», ha explicado un profesional destinado a la búsqueda de Diego Díaz, el Guardia Civil desaparecido en Guillena. A pesar de la peligrosidad, los equipos de rescate utilizan «muchas medidas de seguridad, como ir atados a una cuerda mientras buceamos para evitar sustos innecesarios».
«Si vemos un punto caliente en el que podemos buscar buceamos, pero tiene que ser una zona que no lleve corriente y si tiene debemos utilizar las medidas de seguridad», ha aclarado este buceador, que ha destacado que la búsqueda se está centrando principalmente por la superficie.
El tiempo complica la búsqueda
Que haya llovido en los últimos días hace más compleja la situación. La crecida del cauce dificulta las labores de búsqueda del agente desaparecido en Guillena. La tregua que ha dado el tiempo este lunes pro la mañana ha facilitado el trabajo aunque sin resultado hasta el momento.
«Creemos que el compañero podría estar entre la maleza y que no ha salido del perímetro marcado, aunque la corriente es muy fuerte y es difícil de saber con exactitud. La posibilidades son infinitas», ha remarcado este profesional que participa en las labores de búsqueda y que cruza los dedos para que el temporal les dé una tregua y facilite la situación.
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