Pues sí . Es una fiestorra por todo lo alto en la que cada uno es el verdadero protagonista de la fiesta; pero….
Por desgracia tiene sus peros.
Era la releche hace unos cuantos años. Cuando era más intimista y se traducía en las fiestas grandes de un poblachón en el que casi todo el mundo se conocía. Pamplona era un pueblacho grandote; pero nada más. Ahora está masificada y los precios andan por las nubes.
Hay dos tipos de “fiesteros” que son los que se lo pasan bien. Unos son los autóctonos o que tienen amigos o familiares. Ellos comprenden la idiosincracia de la fiesta y la disfrutan desde los mueticos ( los niños) hasta los abuelos, pasando por los matrimonios maduros y no digamos ya los jóvenes y adolescentes. Si además perteneces a alguna de las peñas, quitas mucho trabajo a las féminas de casa y puedes acceder a la fiesta de los toros con toda seguridad.
El otro tipo es el adinerado. Ese no tiene problemas de ningún tipo.
Hay cosas que pueden ocasionarte disgustos, como la comida ( no encuentras donde y es carísima), el aparcamiento si vas en coche propio, y el poder descansar decentemente. Todo un día haciendo el indio llega a cansar.
Hay un apartado que poco a poco gana puntos; y es la politización de la fiesta, que puede llegar a ser peligroso en ciertas circunstancias o como mínimo molesto.
El encierro y los toros es lo más conocido, pero es solo una parte de la fiesta. Hay bailes con grupos contratados por el ayuntamiento o improvisados en casi todo momento y lugar; y si no los encuentras, basta uno que medio cante y otro qué de vueltas como un oso para liarla y pasarlo bien. Puedes ir en plan de picoteo y bocatas por lo que llaman “las barracas de los paraos”, que son kioscos de los partidos políticos y asociaciones. Puedes disfrutar en “la feria” con los niños chicos. Puedes ver concursos de deportes vasco-navarros a media mañana. Puedes disfrutar música de banda municipal. Puedes llevar a los muchachos a ver los gigantes y los kilikis (cabezudos) o llevarles al “encierro txiqui” (un toro de cartón). Puedes disfrutar del encierro nocturno (sin corredores)cuando llevan a los toros del encierro del día siguiente a los corrales “del gas”. Puede relajarte en La Ciudadela o en los baluartes de la Rochapea. Puedes coger un coche e irte a comer migas y cuajada a lo alto de Velate.
Mi consejo es un solo día (de los de 24 horas) en Pamplona y con una buena reserva de hotel y fuera del fin de semana. Luego aprovechar el tiempo que quieras para recorrer los distintos valles de la montaña, y sumergirte en los pueblos y monumentos de la ribera.
El encierro es cosa aparte. Si lo corres te la juegas. Y si no corres o haces “el valiente” (los que se meten pero cuando suena el cohete ya están entrando en la plaza o se pegan a las paredes y soportales como lapas.) no hay manera de verlo . Mejor en la TV y luego das una vuelta para desayunar y ver el ambiente. Otra opción es comprar una entrada para la plaza. Ves la entrada de los toros y la suelta de vaquillas; pero creo que eso es para las abuelas y los muchachos pequeños.
De la corrida ya ni hablar. Al día siguiente del “Pobre de Mí” ya están vendidas las localidades a las peñas, a los chantajistas, y a los ricachones. Puedes colarte, pero no te voy a contar el secreto. Por cierto y para los antitaurinos. Lo recaudado es para el Hospital de la Misericordia, no para el ayuntamiento.
Si quieres ligar, eso es cosa tuya. Un tío tan feo como yo casi elije. Luego, de cómo te portes allá cada uno con su cadaunada.
Otra alternativa es hacer los “Sanfermines” de los distintos pueblos de la Ribera en sus fiestas patronales (solo se admiten cristianos que pa eso son patronales). Son iguales, pero con menos gente.
Venga….a Pamplona hemos de ir….
xbridx:salu:
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