Un etarra de Puerto 1, llevado al País Vasco para unas pruebas de fertilidad

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional autoriza el traslado de 'Aitor' a la cárcel de Basauri · El preso fue destinado a Cádiz por su conflictividad
Agencias/R.Romero/ Madrid/cádiz | Actualizado 07.07.2012 - 05:01
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El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional José Luis Castro ha autorizado, en contra del criterio de la Fiscalía, el traslado del preso de ETA Jon Koldo Aparicio, conocido como 'Aitor', que cumple condena en la cárcel de Puerto 1, a una cárcel del País Vasco (Basauri, en Vizcaya), para someterse a unas pruebas de fertilidad, según adelantó ayer El Mundo. El magistrado entiende que es competente, por encima del Ministerio del Interior, para autorizar el acercamiento del recluso al País Vasco para que se someta a dichos análisis y considera que se trata de un derecho del interno.

Así, el magistrado ordenó en mayo a Instituciones Penitenciarias que trasladara a Jon Koldo Aparicio Benito, condenado a 35 años de prisión por intentar matar a un policía nacional precisamente en la localidad de Basauri, a cuya cárcel ha sido autorizado su traslado, que se consumó este pasado lunes.

El Ministerio Público no compartía que para practicarle pruebas de fertilidad a este interno fuera necesario trasladarle al País Vasco. Entre otras cosas, alegaba que ese tipo de pruebas se pueden realizar, en este caso, en la propia provincia de Cádiz, sin necesidad de acercarlo al País Vasco. Y sostenía que la competencia para llevar a cabo este traslado era del Ministerio del Interior, al entender que no afectaba a los derechos de los presos.

El juez Castro, en un auto del pasado 4 de mayo y a petición del preso, ya dijo que se consideraba competente para decidir sobre este asunto, ya que se trataba de derechos de los presos y que él era quien debía autorizar este acercamiento. El juez utiliza como antecedentes los permisos que se otorgaron desde la Audiencia Nacional a internos de ETA para llevar a cabo este tipo de análisis. Entre ellos, sin duda, destaca el precedente de la etarra Elena Beloki, que llegó a ser puesta en libertad para someterse a un tratamiento de fertilidad. No obstante, a su pareja, Olano, igualmente en prisión, no le permitieron salir ni llegaron a trasladarlo al País Vasco para la fecundación in vitro.

La decisión del juez provocó ayer una enorme polémica. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que acata pero no comparte, ni habría aprobado, que el preso etarra fuera llevado a Basauri para realizarse unas pruebas de fertilidad.

El ministro reconoció que "con sinceridad", es una decisión que no ha producido en Interior "un entusiasmo descriptible", pero que la persona competente para tomarla es el juez penitenciario.

Resaltó que la adopción de ese traslado se ha efectuado sin consultarles y en contra de la opinión de la Fiscalía, y reiteró: "la acatamos pero no la compartimos; si hubiera dependido de nosotros, no lo hubiéramos hecho" ,

"En la medida en que hemos podido, hemos querido trasladar la opinión que nos merecía una decisión de estas características con todo respeto y claridad", añadió.

Cuando culminen esas pruebas, Aparicio deberá volver a Puerto 1, que es la cárcel de cumplimiento que tiene establecida este etarra. Y en su caso, la decisión de que cumpla condena tan lejos del País Vasco no está provocada, como ocurre con otros casos, porque pertenezca al núcleo duro de la banda, sino más bien a su carácter reivindicativo. De hecho, en la prisión portuense le definen como "el conflictivo del bolígrafo", todo un "especialista en denuncias".

En su 'currículum' destacan unas cuantas reclamaciones anteriores de las que, en su mayor parte, ha salido victorioso. En 2003, reclamó ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo la falta de espacios para no fumadores en los centros penitenciarios españoles. En 2006 dicho organismo inadmitió la demanda.

Trasladado a la cárcel de Daroca en 2004, le entregaron un folleto con el régimen interno del centro penitenciario, pero no se le dio otro con información sobre sus derechos y deberes, las normas disciplinarias y las vías para formular peticiones, quejas o recursos. El interno lo solicitó pero Instituciones Penitenciarias se lo negó en base a una decisión, avalada por el Abogado del Estado, que sostenía que la ley sólo obliga a entregar esa información cuando el interno ingrese en prisión, y no cuando sea trasladado de un centro penitenciario a otro. El Tribunal de Justicia de Madrid primero y después el Tribunal Supremo lo respaldaron sin embargo.

También ese 2004 fue expulsado de ETA después de firmar, junto a , entre otros, el famoso Pakito, el célebre manifiesto pidiendo a la banda el cese de la violencia.

Acabó por ello siendo trasladado a la cárcel de Zuera, considerada una de las más cercanas al País Vasco, y fue clasificado en primer grado. En 2009, fue destinado a Puerto 1 precisamente por sus continuas quejas.

En la cárcel, como la restante decena de presos de la banda que cumplen condena en Puerto 1, disfruta al mes de un vis a vis íntimo y de otro familiar.

Su pareja, que al parecer no tiene vinculación alguna con la banda, acude a visitarlo. Y ahora, ambos habrían decidido tener un hijo. De ahí que haya requerido esas pruebas de fertilidad.


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