A grosso modo. Bravo guje, estoy 100 % contigo. Yo sufrí el odio ante la indiferencia de los equidistantes; los filoetarras se sentían firmes al no sentir siquiera reproches. Parece que se repite la historia.
En cuanto a la polémica, no comparto la crítica al mensaje. Oponerse a los antidemocráticos no es hacer política, es hacer JUSTICIA. Lo de los lacitos amarillos, ni más ni menos, que pide que se vulnere nuestro sistema constitucional. Solicitan que políticos, que han desobedecido las leyes y provocado alteraciones del orden público graves, queden impunes. Eso no es política señores, eso es fascismo. Desean un régimen monolítico por lo que oponerse a eso no veo que vulnere nuestra imparcialidad. Se debe ser apolítico, incluso ante ideas revolucionarias, siempre que se encaucen en el sistema democrático. En definitiva, que expresar nuestra opinión sobre quién pide saltarse el ordenamiento, a mi juicio, no es política sino actuar responsablemente; porque ante golpistas no se puede ni se debe ser equidistantes, ni siquiera la Guardia Civil.