Ahora ya voy entendiendo como es posible que ande por la calle tanta gente, aparentemente con un supuesto nivel cultural y social tan alto, y luego, cuando cruzas cuatro palabrejas de ná con ellos o intercambias cualquier ideíca, te sorprendas de lo tarugos e incultos que son.

Hay otra tipología que cada vez se va imponiendo más. Se trata de aquellos, que ante cualquier cuestión que desconocen, cogen el “cacharrín de las teclas”, se meten en la Wiquipedia ( creo que es así como se escribe), memorizan cuatro conceptos, y luego van por la vida dando lecciones dignas de sentar cátedra.

De todas formas, hay que ver la suerte que tienen algunos. Un servidor, para una vez que copió en un examen, me pillaron, me hicieron repetir curso, y encima el autor de mis días me dio una colleja que todavía me escuece. Yo creo que con ese curriculum soy un opositor ideal para hacer un máster de esos.