Pues haremos lo de siempre, NADA de NADA, eso si, seguiremos identificando a los que se signifiquen en las concentraciones reivindicativas que lleve a cabo cualquier otro colectivo, ya sean del sector sanitario, de la enseñanza o mineros, para que sean debídamente sancionados por la Delegación del Gobierno de turno.
Continuarémos haciendo cordón ante las sedes de los bancos y cajas para que los estafados por los consejeros de los mismos no puedan ni siquiera decirles a la cara lo que sienten.
Como por lo visto estas nuevas medidas no afectan a nuestros superiores jerárquicos, continuarán exigiendo elevar el número de denuncias a los ciudadanos y lo más triste es que nosotros, dada nuestro peculiar modo de ser, lo haremos como ya ocurrió en un reciente pasado. Eso si, a los ciudadanos que no tengan lazos de amistad con Jefes, Alcaldes, Diputados y un largo etcétera.
Lo más triste de todo esto es que aún recuerdo cuando hace ya muchos años, en un pueblo de Girona (Gerona para los intransigentes) cubriendo una manifestación por un problema laboral, una jovencita me espetó: Vosotros también sois trabajadores y en lugar de defender a los que también lo son, os dedicais a defender a los que nos quitan nuestros derechos.
Moraleja, nada ha cambiado, seguimos poniéndonos de parte del poderoso y dejando que lo poco que se había conseguido durante años nos lo arrebaten en cuatro días.