[quote user="viejo" post="758976"]... Una de las formas de conseguir que el Poder Judicial sea "Independiente y Representativo de todos los Ciudadanos" es que los Magistrados del Supremo fuesen Vitalicios y elegidos por el Congreso de los Diputados de la siguiente forma:
1/3 de Magistrados del Tribunal Supremo elegidos por las Formaciones Políticas que componen el Ejecutivo.
otro 1/3 de Magistrados de dicho Tribunal, elegidos por el Primer Partido de la Oposición.
y otro 1/3 de Magistrados de dicho Tribunal, elegidos por las demás Formaciones Políticas del citado Congreso de los Diputados.
La Inmunidad Parlamentaria de un Político quedará suspendida para cada caso de investigación por votación, y con la mayoría simple del Pleno del citado Tribunal Supremo.
Todas las Políticas de ascensos, destinos, castigos, condecoraciones, etc. de Jueces y Magistrados sean competencia exclusiva del citado Tribunal Supremo.
El Fiscal General del Estado, elegido por el Tribunal Supremo.
El Consejo General del Poder Judicial, elegido por el Tribunal Supremo.
El Tribunal Constitucional, elegido por el Tribunal Supremo.
Este si sería un Poder Judicial Libre, Representativo, e Independiente del Poder Político (Legislativo y Ejecutivo). y no tendríamos esta chapucera Democracia, que como tú dices es una autentica desgracia para los Españoles y demás Ciudadanos que vivimos en España. [/quote]
Pues me vas a perdonar, pero si la cúpula del poder judicial la siguen eligiendo los partidos políticos, seguimos teniendo la misma cantinela; cada sujeto elegido por un partido, tendrá la almohada de sus amores puesta en él.
Para que el poder judicial fuera verdaderamente independiente, ningún partido político tendría que ver nada en ello.
Toda la vida para ascender en la carrera de la Administración, donde también está incluido el poder judicial, ha existido un escalafón, donde se iba ascendiendo por antigüedad y méritos a medida que iban quedando plazas sin cubrir por jubilación o fallecimiento.
Pues para cubrir las plazas del poder judicial, bastaría con que se creara un buen baremo actualizado, por el que automáticamente los jueces y magistrados fueran ascendiendo hasta llegar a donde les correspondiera.
Así, ningún político de ninguna formación podría meter la mano en ese poder tan importante para cualquier democracia que se precie.
Sólo la veteranía, el esfuerzo y la preparación académica concurrirían en la promoción y ascenso en la carrera judicial.
Pero claro, esto es muy fácil de decir, y mucho más fácil de hacer. El problema es que nuestros políticos se han acostumbrado a mangonearlo todo en beneficio propio o de su partido, y ahora a ver quién es el guapo que les hace dar marcha atrás.
Lo único que se me ocurre es, nosotros en las urnas.
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