La GC como institución desde fuera se percibe como arcaica, pero nada que ver con los hombres y mujeres que lo conforman (salvando los cuatro “tontos” que los hay en todas partes).
Aquí lo importante es la actitud, tus ganas de trabajar, tu compañerismo, tu trato con los ciudadanos etc. tu condición sexual no es relevante ni te tratarán mejor o peor por ello, sino por los valores expuestos anteriormente.

Si realmente deseas formar parte de esta benemérita institución, no dudes y que tu condición nunca mejor dicho te condicione.