Pues yo creo que aquello sí que sirvió para algo. A partir de entonces las personas de bien no veían el terrorismo como algo ajeno, como algo que afectaba únicamente a guardias civiles "que algo habrían hecho", se empezó a ver la verdadera catadura moral de esos asesinos, nació el llamado Espíritu de Ermua, que supuso un hermanamiento de las fuerzas democráticas siendo el origen del pacto por las libertades y contra el terrorismo que los dos partidos mayoritarios suscribieron y que duró hasta la infame negociación de ZP con ETA. Fue una etapa fructífera, se debilitó a la banda, se ilegalizaron sus organizaciones tapadera y se les acorraló social, judicial y económicamente.
Aquello fue gracias a que un mártir fue asesinado de la forma más vil y cobarde, la única que conocen los asesinos etarras. A ese mártir lo tendremos siempre en la memoria, sus asesinos jamás dejarán de ser unas alimañas.

Además hoy también es el aniversario de otro suceso luctuoso ocurrido en Madrid. Allí, en la Plaza de la República Dominicana, hace veintiséis años el asesino de Juana y sus compinches asesinaban a doce de nuestros compañeros cuando apenas llevaban seis meses en el Cuerpo.

Siempre los tendré en la memoria.