Hoy hace 26 años del atentado de la Plaza de la República Dominicana

Doce guardias civiles fueron asesinados en uno de los atentados más brutales de la banda terrorista ETA
Última actualización 14/07/2012@22:20:31 GMT+1

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14 de julio de 1986. Setenta guardias civiles, alumnos de la Agrupación de Tráfico de muy corta edad (los mayores tenían 25 años) se dirigen en su recorrido diario hacia la Venta de la Rubia, a las afueras de Madrid, para realizar prácticas de conducción en motocicleta. José Ignacio de Juana Chaos, Inés del Río Prada, Anton Troitiño Arranz, Idoia López Riaño, Juan Manuel Soares Gamboa y Esteban Esteban Nieto, los asesinos que formaban parte del grupo Comando Madrid de ETA, decidieron aprovechar el paso del convoy en el que viajaban los guardias civiles, formado por un autobús, un microbús y un todoterreno, por el número 7 de la plaza de la República Dominicana en la capital española para perpetrar unos de los atentados más brutales y con el mayor número de víctimas mortales desde el inicio de la transición democrática. Los etarras Idoia López Riaño y Juan Manuel Soares Gamboa, colocaron estratégicamente al paso del convoy una furgoneta-bomba, cargada con 35 kilos de explosivos Goma 2 y varios kilos más de metralla en cinco ollas a presión compuesta por tornillos, tuercas, varillas metálicas y eslabones de cadenas de acero. En el momento en el que el convoy de guardias civiles se puso a la altura de la furgoneta-bomba, el etarra Anton Troitiño Arranz, accionó el mando a distancia que provocó la fatal explosión que mató en el acto a cinco de los guardias civiles, mientras el conocido etarra José Ignacio de Juana Chaos esperaba en un vehículo con el que emprendieron la huida. Apenas unos segundos se cobraron la vida de 5 guardias civiles: Carmelo Bella Álamo, José Calvo Gutiérrez, Miguel Ángel Cornejo Ros, Jesús María Freixes Montes y Jesús Jiménez Jimeno. Otros cuatro compañeros murieron en las horas posteriores al atentado: Andrés José Fernández Pertierra, José Joaquín García Ruiz, Santiago Iglesias Godino y Antonio Lancharro Reyes. Tres compañeros más fallecieron inevitablemente días después del atentado, Javier Esteban Plaza, el 18 de julio; Miguel Ángel de la Higuera López, el 31 de julio; y Juan Ignacio Calvo Guerrero, que falleció el 5 de agosto. En total, el comando Madrid fue el responsable de la muerte de doce guardias civiles, alumnos inocentes de muy corta edad, además de otras setenta y ocho personas heridas durante el atentado en la plaza de la República Dominicana en Madrid, que pasó a ser uno de los atentados más sangrientos de la banda terrorista ETA junto al atentado sufrido en el Hipercor de Barcelona con veintiuna víctimas mortales. De Juana y Inés Del Río, dos asesinos con historias paralelas El sanguinario terrorista, Iñaki de Juana Chaos, ex jefe del 'comando Madrid', fue condenado a más de 3.000 años de cárcel tras su detención en enero de 1987, por 25 asesinatos y nunca mostró arrepentimiento por ninguno de los 11 atentados que cometió. Fue condenado en función de la legalidad vigente en 1973 que reducía la pena máxima de reclusión en la cárcel a 30 años además de proporcionar diversas reducciones de pena, por lo que finalmente cumplió 18 años en prisión. En octubre de 2004, la Audiencia Nacional impidió su excarcelación al denegar la liquidación definitiva de su condena y en enero de 2005, ordenó su ingreso en prisión por un delito de amenazas terroristas por el contenido de dos artículos publicados en el diario 'Gara', titulados 'El escudo' y 'Gallizo'. En el artículo “Gallizo”, la Audiencia Nacional apreció amenazas terroristas contra los diferentes directores de las prisiones por las que pasó durante los 18 años en los que cumplió condena que, según el etarra “torturaban a presos etarras” En el artículo “Escudo” escribió: "Hace años le escuche a un muy apreciado compañero chillar con fuerza 'Sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria'. Sí, sacadlas, porque otro camino sólo implica más sufrimiento. O el futuro terminará demostrando, sin duda, que os quedasteis sin ellas". Fue condenado a 12 años más en prisión por los que De Juana Chaos comenzó una huelga de hambre, que causó una gran polémica en el país sobre los sistemas de seguridad que se le aplicaron durante su estancia en una habitación del hospital Doce de Octubre, donde su novia Irati, tenía una cama en la habitación, podía dormir con él y entrar y salir siempre que quisiera. La polémica continuó tras la publicación de una entrevista en el diario británico The Times ilustrada por una imagen suya en la que el etarra aparecía amarrado a la cama y con una gran pérdida de peso. Entrevista que posteriormente se supo que se había realizado por carta y para cuyas fotos, De Juana Chaos se rapó el pelo y se amarró a la cama. El 12 de febrero de 2007 el Tribunal Supremo rebajó su condena de 12 a 3 años de prisión a petición de la Fiscalía y el etarra fue devuelto a la prisión de Aranjuez donde cumplió los años de condena que le restaban. Finalmente, se marchó a Irlanda del Norte después de escribir una carta, que fue leída en el homenaje que se le rindió, en San Sebastián, en el que no estuvo presente, cuyo contenido, según la Audiencia Nacional, contiene indicios de un delito de enaltecimiento del terrorismo por las palabras "Aurrera Bolie" que significa "Adelante la pelota" y que solía usar el fallecido dirigente de ETA Txomin Iturbe para animar a los terroristas a proseguir con la lucha armada. De Juana se entregó a la Justicia norirlandesa en noviembre de 2008, para evitar su posible extradición a España en los tribunales del Ulster. De Juana debía presentarse regularmente en los juzgados, pero se le perdió la pista desde el 30 de marzo de 2010 hasta que fue localizado en Venezuela, según informó en exclusiva Diario el Aquijón, en la ciudad de Cumaná, bajo la identidad de un comercial de nombre Luis Rangel, sin embargo, actualmente continúa en paradero desconocido. Inés del Río Prada, alias “Nieves” y “Pequeña”, formó parte del comando Madrid de ETA y fue responsable del atentado que costó la vida de 12 guardias civiles que viajaban en un convoy de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana el 14 de Julio de 1986. En julio de 1988 fue detenida en Zaragoza, cuando se dirigía en un vehículo con 35 kilos de amonal a Torremolinos (Málaga) para iniciar una serie de atentados en la Costa del Sol. Del Río fue condenada a 3.000 años de cárcel, 2.232 por el atentado de la plaza de la República Dominicana, en función del Código Penal de 1973 por el que su puesta en libertad estaba prevista para el 2 de julio de 2008 tras cumplir 20 años en prisión, sin embargo, la Audiencia Nacional le aplicó la doctrina Parot y fijó su salida de prisión para el 27 de julio de 2017. La doctrina Parot, cuyo nombre proviene de la sentencia del Tribunal Supremo al también terrorista de ETA, Henri Parot, en la que se estableció por primera vez, establece la aplicación de los beneficios penitenciarios sobre la totalidad de la condena, que en el caso de Inés Del Río son 3.000 años de cárcel, en lugar de sobre el máximo de cumplimiento en prisión, que eran 30 años. De esta forma, se aplazaría su excarcelación 9 años más. Sin embargo, recientemente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo ha establecido que España violó los artículos 7 y 5.1 de la Convención Europea de Derechos Humanos al aplicar la doctrina Parot a la etarra Inés Del Río Prada e insta al gobierno a que proceda a su excarcelación de forma inmediata, además de pagar a Del Río una indemnización de 30.000 euros por daños morales. Por su parte, el Gobierno ya ha anunciado que recurrirá la sentencia y que no pondrá en libertad ni le pagará ninguna indemnización a la etarra que debe, junto a otros miembros del "comando Madrid", más de cinco millones de euros a las víctimas de sus atentados.

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