Y qué pasa con las prejubilaciones de 2500 a 3000 leuros de las deficitarias empresas públicas del carbón, por citar un sector. No hay dinero, pero los sindicatos se siguen llevando un pastón, multitud de cargos puestos a dedo cobrando muchísimo más que un funcionario de carrera (por oposición) y una infinidad de gastos que no me daría tiempo citar en todo lo queda de día.