Queda constatado lo injusto y amoral que son los privilegios de la Iglesia Católica cuando los únicos argumentos son las subvenciones (diferente a privilegios) de otras entidades y en última instancia el discurso tendencioso de Cáritas. Es contradictorio que por un lado se justifiquen los privilegios de los curas con Cáritas y luego se critiquen las subvenciones a otras ONG; Cáritas ¿qué es?.
De lo que se trata es sostener los servicios sociales del Estado de Bienestar y anualmente la Iglesia Católica NO TRIBUTA una cantidad importantísima de dinero (hablamos de varios miles de millones). Por otro lado los curas y resto de personal eclesiástico utiliza diversos servicios ofrecidos por las diferentes administraciones.
Esta afirmación es extensible a cualquier otra confesión. Lo coherente es que cada confesión sea tratada con una persona jurídica con sus diversas responsabilidades.
No es lo mismo una subvención, puede ser más o menos acertada, que la exención total que goza la Iglesia Católica en diversos aspectos fruto del Concordato del 79.
Con todo lo que se podría recaudar si las entidades religiosas y los futbolistas/deportistas de alto nivel tributasen lo que deberían, las arcas públicas tendrían muchos más recursos de lo que ahora tienen.
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