[align=justify]Hace ventimuchos años y lleno de ilusión, hice un sagrado juramento en el patio de armas de la Academia.
Con el mismo me comprometí a cumplir fielmente las obligaciones del cargo con lealtad a Su Majestad el Rey y de guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes como norma fundamental del Estado.
Ante la Bandera asumí el compromiso de defender a España y de proteger el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos.
Hoy, casi treinta años después, con un buen puñado de cicatrices en mí cuerpo y con el alma rota, he resuelto anular ese juramento.
Desde aquel día, con un novato Presidente de Gobierno llamado González, he visto como la casta política de todos los colores, ha prostituido la Constitución, ha manipulado la Leyes a su antojo y siempre en su beneficio.
Han destruido la separación de Poderes poniendo y quitando cargos en función de que tuviesen el color político adecuado, sin tener en cuenta la valía, la preparación o la trayectoria profesional.
Han convertido a S.M el Rey en un objeto decorativo.
Han mentido, robado y hasta matado impunemente.
Han llenado España de organismos y empresas públicas que no son otra cosa que cuevas de ladrones aunque tengan nombres como Diputación, Junta, Generalitat. etc. etc. y donde han ido colocando a familiares, amigos, queridas o inútiles varios aunque sean incapaces de escribir su nombre correctamente y sin otro merito que tener carnet del partido o sindicato adecuado en ese momento,
Hoy me veo en la tesitura de tener que elegir entre pagar la hipoteca o decir a mi hija que no puedo terminar de pagarle la Universidad.
A partir de de hoy si veo a alguien fumando o plantando marihuana supondré que lo hace porque no puede pagarse un paquete de cigarrillos.
Y si veo a algún ciudadano cortándole el cuello a algún político entenderé que actúa en legítima defensa. (Y le aplaudiré)[/align]
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