Bajo el nombre de “Los sucesos de Bujalance” ha pasado a la historia el movimiento insurreccional protagonizado por los obreros anarcosindicalistas afectos a la CNT- FAI de este pueblo cordobés a finales del año 1933.
Tras la clausura del sindicato “La Armonía”, al fracasar las negociaciones que pusieran fin a la huelga que tenían planteada, con una patronal agraria crecida por el reciente resultado electoral favorable, los ánimos se excitaron más aun de lo que ya estaban. Una pareja de policía gubernativa, que patrullaba por los barrios obreros, intenta detener a un grupo que les infundió sospechas. Al ser requerida la guardia civil, se entabla un tiroteo entre fuerzas de seguridad y obreros atrincherados desde sus casas. Hubo disparos cruzados, utilización de granadas de mano por parte de la fuerza pública y un intento por parte de los anarcosindicalistas de tomar la casa consistorial. Una vez controlada la situación con un balance de tres muertos (un guardia, un obrero y un niño de corta edad victima inocente de una bala perdida) se practicaron numerosa detenciones (más de cien). Entre los detenidos el castreño Juan Pérez López, curtido en las luchas sindicales en Castro del Río durante el trienio bolchevista (1918-20) y que por estos años venia ejerciendo como maestro de la escuela del centro obrero la Armonía de Bujalance.
A los pocos días, una confidencia proporcionó la captura en Porcuna (Jaén) de tres de los mas destacados dirigentes (Antonio Milla Salas, José Porcel Pulido y Francisco García Cabello “Niño del Aceite”) donde permanecían refugiados en casa de un pariente próximo. Cuando eran trasladados hasta Bujalance en un camión, custodiados por la benemérita, se produce un nuevo y sangriento episodio en el puente de Cañete, en la carretera que une Torredonjimeno y El Carpio. Dos versiones:
OFICIAL: Grupos apostados en los terraplenes del puente tirotearon a la guardia civil. Esta saltó del vehículo para repeler la agresión, momento que aprovecharon los detenidos, a pesar de estar esposados, para fugarse con los agresores. Se generalizó el tiroteo durante largo rato y la fuerza finalmente regresó a Bujalance para dar cuenta se lo sucedido. A la mañana siguiente, al practicarse un reconocimiento en el lugar de los hechos fueron encontrados los cadáveres de Milla y de Porcel (secretario del centro obrero). Del “Niño del aceite” no se encontró rastro.
POPULAR, “suspicaz y maliciosa”, defiende la aplicación de la ilegal ley de fugas como causa de la muerte de estos sindicalistas bujalanceños. Ante la duda, el diputado socialista Hermenegildo Casas llevó el caso hasta las deliberaciones del Congreso y propuso la creación de una comisión que investigara los hechos.
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