De esta formación autodidacta se pasa, a instancia de la Comandancia de Fronteras de Gerona, a enviar al acuartelamiento del Ejército de Tierra en Rioseta (Huesca) a los guardias civiles para su adiestramiento. Esta formación por parte del ejército duraría desde 1.944 hasta 1.952 y de la misma se aprovechaban las cuatro comandancias que la Guardia Civil tenía desplegadas a lo largo de la frontera con Francia. Para fomentar el adiestramiento se organizan competiciones anuales entre las Unidades y los Aduaneros franceses, principalmente en la zona catalana, formándose el embrión de lo que en un futuro serían los equipos de competición del Cuerpo.
En el año 1.953 la Guardia Civil ya cuenta con posibilidad de instruir a sus propios Guardias Civiles, por lo que en vez de adiestrarse con el Ejército en Rioseta, la escuela se traslada al acuartelamiento de fronteras de Coll de Ladrones, en el mismo Valle del Aragón. Hasta 1.966 los cursos que, tanto aquí como en Rioseta, se impartían a los miembros del Cuerpo eran sólo de esquí y la duración de los mismos era de tan sólo 2 meses (Febrero y Marzo). Es de reseñar que la mayoría de los guardias civiles que acudían a este período de formación lo hacían con carácter forzoso, según las necesidades de cada comandancia.