Estaría en vigor durante 2013 y 2014, y estaría concebida dentro de un paquete para la devaluación interna de nuestro mercado económico.
Consiste en que durante 2013 y 2014, las vacaciones anuales de los trabajadores pasen a ser no remuneradas o al menos lo sean sólo durante 7 días. El proyecto no plantea que las vacaciones dejen de disfrutarse, sino que estas pasen a ser no remuneradas, por lo que durante el tiempo de disfrute los trabajadores no percibirán su salario. No queda claro todavía si los trabajadores podrían renunciar a esas vacaciones y trabajar durante ese periodo o posponerlas más allá del periodo de aplicación de la medida, es decir a 2015.