Pues a mí no me importa lo más mínimo que larguen a esta periodista, sin meterme en si era más o menos imparcial, si cojeaba de uno u otro pie. Sencillamente no me gusta un profesional del periodismo que vaya de estrella, no me gusta el entrevistador/a que quiera destacar más que el entrevistado, sea cual sea éste.
La citada comunicadora era demasiado ácida, demasiado directa y un pelín prepotente hasta el punto de no aceptar otras contestaciones de los entrevistados que las que ella considerara adecuadas.
En fin, que como decimos por la tierra, tanta gloria lleva como paz deja...
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