Hay personas que son pelotas por naturaleza, no lo son sólo frente a los jefes si no que también halagan o adulan a cualquiera que les pueda ofrecer algún beneficio que ni siquiera se merecen, llámense productividades, felicitaciones, medallas, etc.
Es una pena que muchos se dediquen a adular a sus superiores, en lugar de mostrarse un poco críticos con la mala forma en que algunos gestionan los cometidos que desempeñan.
El peor tipo de pelota, lameculos, trepa y adulador que se puede uno encontrar, es el que adula al jefe delante de él y le critica cuando él no está. Su carácter es por naturaleza traicionero. Hay que tener mucho cuidado con lo que dices de tu superior delante de él, porque seguro que pronto llegará a sus oídos.
Si estás rodeado de pelotas y tu jefe los valora como grandes compañeros, eficaces profesionales e incansables trabajadores, tienes que saber que a tu jefe le gusta que le hagan la pelota y que tú no vas a cambiar esa situación, con lo que a la que puedas si no eres de esa condición huye de ahí.
Hay superiores que necesitan tener a su alrededor gente que actúe así ya que son líderes narcisistas con baja autoestima, que buscan que los demás les reafirmen sus virtudes y nunca critiquen sus defectos, que en realidad son muchos.
Ante la indignación diaria que sufre la gente normal, por culpa de esta gentucilla que sólo buscan beneficios que no se merecen, propongo que se aporten ideas para combatir a esta plaga de gente tan dañina.