En este país cuando se roba a lo grande no pasa nada. Al que le pasa es al pobre desgraciado que roba para alimentar a su familia o al que roba una gallina. A éstos son capaces de condenarlos a cadena perpetua, aunque no exista en nuestra legislación.
Si acaso, buscarán una cabeza de turco entre quien tenga menos padrinos y le adjudicarán todo el pastel.
Aquí todo el mundo hace su agosto (y no me refiero al mes en que estamos) y cuando se descubren las chorizadas nadie es responsable.
Que yo recuerde, Mario Conde fue el único que pisó la cárcel. Y es un rumor muy extendido, aunque no puedo ni afirmar ni negar qué hay de cierto en ello, que la pisó porque parecía empezar a hacer sombra a ciertos políticos de alto estanding. Sin duda, la excepción que confirma la regla.
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