Independientemente de lo que digan unos medios u otros, según sean de un lado u otro, en Sánchez Gordillo veo mucho afán de protagonismo, pero sin separarse mucho de los quereres que le mantienen donde está.
De todos es sabido que él se presenta a las elecciones bajo las siglas de IU-LV. También es sabido que él se pasa la disciplina de voto por donde le interesa en cada momento.
Entonces, yo me pregunto:
¿Qué sería más consecuente, seguir en IU-LV para mantener la poltrona, o abandonar IU-LV si no se está de acuerdo con su política?
De momento Sánchez Gordillo opta por lo primero pero, ¿es ética esa actitud?