La lástima de todo es que nuestros antecesores no nos han inculcado las necesidades de sus padres (nuestros abuelos).
Ahora es cuando me doy cuenta de que mi abuela se irritara porque tirábamos algo de pan cuando sobraba, o cuando no nos comíamos el plato de lo que fuese.
La sociedad vuelve poco a poco a apretarse el cinturón, un cinturón que abarcará la necesidad fisica de comer como la necesidad psicológica y moral de culpar a alguien de este desaguisado, y esa da mas miedo porque puede recrudecer la primera.
¿Porqué nos suben tanto los impuestos cuando nos han educado a vivir con ellos al margen?, ese es el problema, que necesitamos el teléfono para todo, necesitamos el vehículo para cualquier cosa, pues cualquier cosa nos parece necesaria; necesitamos las vacaciones para desconectar, necesitamos gastar algo para sentir que trabajamos.
No está bien que todo se lo lleven en impuestos, el precio a la larga es caro y elevado.
Saludos.
Marcadores