Un guardia civil con una condena previa se enfrenta a 3 años por falsificar un escrito




un joven agente de la Guardia Civil destinado en la demarcación de Verín, volverá a ser juzgado por segunda vez tras ser acusado nuevamente de un delito. En enero de este año el guardia aceptó una condena que le acarreó cinco meses de inhabilitación sin empleo y sin sueldo por utilizar la tarjeta del instituto armado para repostar 20 euros en su vehículo personal en una estación de servicio de A Rúa.






Devolvió el dinero y confesó los hechos pero igualmente fue sentenciado por cometer un delito de malversación de caudales públicos que, además de la suspensión laboral, le supuso el pago de una multa de 480 euros, 24 veces más que la cantidad de combustible que echó a su automóvil particular utilizando la tarjeta de crédito consignada para usar exclusivamente en vehículos oficiales durante actos de servicio. Al mostrar su conformidad se libró de ser juzgado por un tribunal del jurado.
El agente de la autoridad regresará al banquillo próximamente y, en esta ocasión, la condena a la que se enfrenta podría provocar incluso su ingreso en prisión. El fiscal solicita una pena de tres años de cárcel para el joven guardia, al que atribuye un delito de falsedad documental. El agente simuló presuntamente un escrito de recuperación de puntos para beneficiar a un conocido que acumuló infracciones de tráfico hasta el punto de quedarse sin ninguno en el carné de conducir.
El fiscal también formula acusación contra F.J.A.P., un hombre de 43 años que en el 2006 fue condenado por el juzgado de lo Penal Número Dos de Burgos por un delito de robo. El ministerio público solicita para el conductor una pena inferior, de dos años de cárcel por el mismo delito de falsedad documental. Los dos acusados se sentarán próximanente en el banquillo del juzgado de lo Penal Número Uno de Ourense.
De acuerdo al relato de hechos que recoge el fiscal en el escrito de acusación remitido al juzgado, el joven agente de la Guardia Civil y el segundo acusado acordaron llevar a cabo el documento en una fecha que no se precisa, pero en todo caso anterior a septiembre de 2009. El repostaje ilegal por el que ya fue condenado también tuvo lugar por esas fechas.
Presuntamente, el agente del instituto armado se aprovechó de su condición profesional para acceder a documentación y sellos de la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense. Según sostiene el representante de la Fiscalía, el guardia elaboró un documento con membrete y sello en el que se aseguraba que el conductor acusado había recuperado seis puntos del permiso, con la intención de darle una apariencia de autenticidad para que pudiera servir como justificante para ponerse al volante.
Multa de 2.880 euros
El guardia civil se enfrenta a una pena mayor que el otro acusado por una agravante. El fiscal esgrime el artículo 22.7 del Código Penal, "prevalecerse del carácter público que tenga el culpable". El ministerio público también reclama al guardia el pago de una multa de 2.880 euros, de 1.920 euros en el caso del conductor.

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