Como alguien decía por ahí, todos sabemos que vamos a morir, pero ¡ay amigo! si ya casi le han puesto fecha y hora a tu acontecimiento. Cambia mucho la cosa.
La muerte no es más que un pequeño paso, podríamos decir un instante, pero la vida a sabiendas de que tú tienes puesta una fecha y hora muy próximas, eso debe ser un castigo casi inigualable.
No defiendo con esto la excarcelación del pollo de turno, cosa que todavía no se sabe hasta que no lo diga el juez de la Audiencia Nacional, pues yo soy partidario de que quien tiene las manos manchadas de sangre cumpla cadena perpetua sin posibilidad de remisión.
Lo peor que le pueden quitar a una persona después de la vida, sin duda es la libertad.